Hoy se celebra a nivel mundial el Día del Amor y de la Amistad. Hoy ha sido un día elegido en el calendario para hacernos intercambios de regalos materiales, de palabras y de gestos cariñosos. Hoy nos vestimos de rojo, afloramos lo mejor que hay dentro de nosotros. De repente nos volvemos expresivos, tiernos y cariñosos.
En el fondo, aunque tratemos de disimular y ponernos el antifaz de la indiferencia, todos y todas esperamos algún tipo de felicitación, de reconocimiento, de agrado, de detalle, de invitación. Queremos maquillar la tristeza por un sentimiento de amor no correspondido o por la renuncia a un sentimiento no factible para nosotros.
Todo esto y muchas cosas más suelen pasar en un día como hoy en los rincones de este Universo infinito. Desde este rincón, observo todas estas emociones y situaciones que se presentan en este día y digo que lo observo, porque prefiero celebrar el amor y la amistad siempre, no en un solo día sino en el día a día.
Prefiero incluir dentro de mi agenda diaria la expresión del amor y de la amistad en sus diferentes manifestaciones o es que, ¿acaso cuando alguien me llama necesitando de mi tiempo voy a esperar a este día para responder su llamado, su necesidad?.
Prefiero cualquier día vestirme de rojo y regalar mi mejor sonrisa, mi genuina alegría para aliviar, en cualquier momento, la vida y los corazones de los que me rodean.
Prefiero cualquier día enviar de vacaciones a la tristeza para llenarme de luz y renovar mis energías.
Prefiero cualquier día hacer sentir a alguien especial e importante con múltiples detalles, con múltiples caricias.
Prefiero cualquier día brindar y darle gracias a La Divinidad por las personas que ha puesto en mi camino, por los amigos y amigas que han iluminado mi existencia, por los amores vividos y por tantos hermosos momentos compartidos.
Pero éstas son partes de mis preferencias para expresar el amor y la amistad todos los días en el día a día.
Ahora tú eliges cómo y cuando prefieres expresarlo.
De todas formas, ¡feliz día del amor y de la amistad! Que San Valentín llene nuestros corazones de armonía, amor y paz.
La autora es Abogada y docente universitaria.