Vincent Lambert es un enfermo tetrapléjico con un bajo nivel de consciencia, que depende de máquinas para alimentarse e hidratarse. Su mujer quiere que le desconecten para que muera, mientras que sus padres han rogado que se le mantenga con vida. El doctor Eric Kariger, responsable de la unidad geriátrica del hospital univeristario de Reims, decidió desconectarle. Ahora un tribunal ha pedido más tiempo para pronunciarse sobre la cuestión. Los grupos provida le consideran ya el «Terry Schiavo francés»
(InfoCatólica) El Tribunal Administrativo de Chalons-en-Champagne se reunió ayer miércoles por la mañana en sesión plenaria para decidir sobre la vida de Vincent Lambert , de 37 años, un tetrapléjico con estado de conciencia mínima.
El ponente del caso aboga por mantener con vida a Lambert, después de haberse reunido con los padres y sus hermanos, que ruegan al tribunal que decrete su traslado a otro hospital. Sin embargo, la mujer del paciente desea que su marido muera y ha llegado a declarar que su decisión es un «último acto de amor».
Vincent Lambert no está en un estado de coma profundo ya que llega a interactuar con su entorno. Puede seguir a alguien con los ojos, ríe, llora y es capaz de dar algunas respuestas ante ciertas situaciones. Aunque no consigue alimentarse bien solo, sí que puede probar pequeñas cantidades de alimentos. Incluso ha sido trasladado algunas veces a su hogar para celebrar fiestas familiares.
El ponente del caso aboga por mantener con vida a Lambert, después de haberse reunido con los padres y sus hermanos, que ruegan al tribunal que decrete su traslado a otro hospital. Sin embargo, la mujer del paciente desea que su marido muera y ha llegado a declarar que su decisión es un «último acto de amor».
Se relaciona con los demás
La familia llevó el caso a la justicia una vez que los responsables del centro médico en el que está ingresado el enfermo anunciaran su intención de dejar de alimentarle e hidratarle.Vincent Lambert no está en un estado de coma profundo ya que llega a interactuar con su entorno. Puede seguir a alguien con los ojos, ríe, llora y es capaz de dar algunas respuestas ante ciertas situaciones. Aunque no consigue alimentarse bien solo, sí que puede probar pequeñas cantidades de alimentos. Incluso ha sido trasladado algunas veces a su hogar para celebrar fiestas familiares.