(Eldiario24/InfoCatólica) Aunque el dirigente ecuatoriano expresó respeto hacia quienes defienden estas teorías, rechazó que «traten de imponer sus creencias a todos».
«Que no existe hombre y mujer natural, que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las 'condiciones sociales'. Y que uno tiene 'derecho' a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis!», exclamó el Presidente.
«Esas no son teorías, sino pura y simple ideología, muchas veces para justificar el modo de vida de aquellos que generan esas ideologías. Los respetamos como personas pero no compartimos esas barbaridades», aseguró.
En octubre pasado, Correa había amenazado con dimitir si el Congreso ecuatoriano aprobaba el aborto. Ahora, se declaró partidario de la familia natural, aun a costa de parecer «cavernícola» y «conservador», aclaró, abriendo el paraguas a las críticas que sabe que recibirá: «Creo en la familia, y creo que esta ideología de género, que estas novelerías, destruyen la familia convencional, que sigue siendo y creo que seguirá siendo la base de nuestra sociedad».
«Esas son cuestiones morales, no ideológicas», sostuvo, contrariando a una izquierda iberooamericana que, casi mayoritariamente, milita por la despenalización del aborto, en nombre del «derecho» de la mujer a «decidir» sobre su propio cuerpo.
El pasado 13 de diciembre, el presidente de Ecuador se había reunido sin embargo con representantes de los grupos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), con cuyos representantes se había reunido el día 13 para asegurarles que se opondría a su discriminación laboral o en otros ámbitos, pero sin que ello implicase considerar matrimonio a sus uniones.
«Que no existe hombre y mujer natural, que el sexo biológico no determina al hombre y a la mujer, sino las 'condiciones sociales'. Y que uno tiene 'derecho' a la libertad de elegir incluso si uno es hombre o mujer. ¡Vamos, por favor! ¡Eso no resiste el menor análisis!», exclamó el Presidente.
«Esas no son teorías, sino pura y simple ideología, muchas veces para justificar el modo de vida de aquellos que generan esas ideologías. Los respetamos como personas pero no compartimos esas barbaridades», aseguró.
Adoctrinamiento en las escuelas
Correa advirtió además que se está adoctrinando en esa ideología (que calificó de «peligrosísima») en muchas escuelas: «No traten de imponerlo al resto, y no se lo impongan a los chicos, porque hay gente que está enseñado eso a nuestros jóvenes».En octubre pasado, Correa había amenazado con dimitir si el Congreso ecuatoriano aprobaba el aborto. Ahora, se declaró partidario de la familia natural, aun a costa de parecer «cavernícola» y «conservador», aclaró, abriendo el paraguas a las críticas que sabe que recibirá: «Creo en la familia, y creo que esta ideología de género, que estas novelerías, destruyen la familia convencional, que sigue siendo y creo que seguirá siendo la base de nuestra sociedad».
Ser de izquierdas sin estar a favor del aborto y en contra de la familia
Consciente de las críticas que recibirá por colocarse a contramano del pensamiento dominante en el progresismo, Correa señaló que ser de izquierda no implica apoyar el aborto o estar en contra de la familia tradicional. «Esa es otra 'novelería': quién no se adscribe a esas cosas, no es de izquierda. ¿Qué es eso de que si uno no es proaborto no es de izquierda? –desafió Correa-. Entonces, ¿si Pinochet está a favor del aborto, es de izquierda? ¿Y si el Che estaba contra el aborto, entonces era de derecha?», preguntó también.«Esas son cuestiones morales, no ideológicas», sostuvo, contrariando a una izquierda iberooamericana que, casi mayoritariamente, milita por la despenalización del aborto, en nombre del «derecho» de la mujer a «decidir» sobre su propio cuerpo.
El pasado 13 de diciembre, el presidente de Ecuador se había reunido sin embargo con representantes de los grupos LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales), con cuyos representantes se había reunido el día 13 para asegurarles que se opondría a su discriminación laboral o en otros ámbitos, pero sin que ello implicase considerar matrimonio a sus uniones.