En los últimos días Jorge Mario Bergoglio le confesó esta iniciativa a tres diferentes personas. Primero a su amigo Gustavo Vera, diputado argentino y activista en la lucha contra la trata de personas. Con él almorzó en su residencia vaticana, la Casa de Santa Marta, el domingo 3 de noviembre.
Lo mismo le dijo a la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, durante una audiencia privada el viernes 8 de noviembre. “No me extrañaría que este tema ocupe un importante lugar en una próxima encíclica", sugirió la mandataria a los periodistas.
El pontífice fue más explícito con el senador electo argentino, Pino Solanas, a quien recibió este lunes 10 durante una audiencia privada en Santa Marta. El encuentro duró casi una hora y en el mismo el referente del movimiento político “Proyecto Sur” le expresó su preocupación por la impunidad con la cual se daña la naturaleza.
Sostuvo que ya había tratado el tema de la ecología con el Papa desde el mes de junio pasado, cuando le escribió una carta y le mandó un informe.
Afirmó haberle pedido a Jorge Mario Bergoglio su apoyo en el intento de tipificación de los delitos ambientales y en la propuesta de conformación -algún día- del Tribunal Internacional Penal para juzgar los delitos ambientales, que calificó como crímenes de lesa humanidad porque las consecuencias de los mismos las pagan poblaciones enteras. Y denunció que todo esto ocurre casi siempre con complacencia de los gobierno, porque no hay control público alguno.
“Está (el Papa) muy interesado, sobre todo en el tema del agua. Me dijo: no sería de extrañar que la próxima guerra sea por el agua. Y recordó el desastre al cual está siendo sometida África. Lo vi muy preocupado por la máquina del lucro y del dinero, porque detrás del lucro se arrasa todo", relató.
Solanas recordó que cuidar el ambiente es un costo muy grande que las empresas trasnacionales no quieren pagar y por eso ninguna de esas fábricas trabaja con seguros ambientales, a pesar de que la ley lo exige.
Consideró que el Papa puede ser un buen aliado a la hora de sensibilizar sobre los peligros del medio ambiente porque algunas encuestas importantes de América Latina y Europa lo sitúan al Papa Francisco entre los cuatro personajes más importantes del año, en cuanto a liderazgo de opinión.
Serafines susurran.- Que cayó como un verdadero balde de agua fría entre los seguidores del fenómeno de Medjugorje y las supuestas apariciones de la Virgen que ahí tendrían lugar, la carta que el nuncio apostólico en Estados Unidos, Carlo Maria Viganó, envió hace algunas semanas a todos los obispos de ese país.
¿El motivo de la misiva? Aclarar que sigue vigente la declaración de los obispos de la ex Yugoslavia en 1991, según los cual “no es posible establecer que hubo apariciones o revelaciones sobrenaturales” en ese pueblito, que hoy forma parte de Bosnia-Herzegovina. ¿Por qué era necesaria tal aclaración? Porque desde hace unos años algunos de los autoproclamados videntes son invitados a dictar conferencias en territorio estaounidense. Eso en sí no tendría nada de malo si no fuese porque estas comparecencias suelen ir acompañadas de “apariciones en vivo". Estén donde estén, los videntes dicen ver a la Virgen ahí mismo.
Por eso los organizadores de tales encuentros (cuyo ingreso es pago, la mayoría de las veces) no tienen mejor idea que publicitarlos como un “combo conferencia + aparición". Como si la Virgen se manifestase en el tiempo y el lugar que decidiesen los hombres. Eso está previsto que ocurra en breve, con las presentaciones del “vidente” Ivan Dragicevic.
En su carta el nuncio recordó que El Vaticano tiene abierta una investigación sobre algunos aspectos doctrinales y disciplinares del fenómeno de Medjugorje. Eso quiere decir que todavía la autoridad eclesiástica no ha podido establecer con certeza la sobrenaturalidad del fenómeno. Por ello Viganó solictó “evitar escándalo y confusión". Y una frase de su texto fue inequívoca: “Se sigue, por lo tanto, que los clérigos y los fieles no están permitidos de participar en reuniones, conferencias o celebraciones públicas durante las cuales la credibilidad de tales ‘apariciones’ se dé por afirmada".
Esto contrasta directamente con lo que ocurre en Medjugorje. Hoy por hoy allí todos dan por hecho que se aparece la Virgen. Aunque existe una prohibición explícita de las autoridades vaticanas a organizar peregrinaciones “oficiales” a ese lugar, cada año miles de fieles católicos participan en tours religiosos a ese destino. En la mayoría de los casos los grupos cuentan con un “capellán", que asiste espiritualmente a los viajantes.
En realidad todo el movimiento es tan acogedor, que incluso muchos de los peregrinos nunca cuestionan respecto de la veracidad de las supuestas apariciones. Todos dan por sentado que son reales, que allí ante sus ojos se aparece la Virgen. Aunque no la vean.
por Andrés Beltramo
Categorías : Papa Francisco
Del Vatican Insider