(Aica) El Papa ha peguntado: «Pero ¿qué ha cambiado su vida? Cuando han conocido el amor de Dios, lo han seguido con todo el corazón, sin condiciones o hipocresías; han gastado su vida al servicio de los demás, han soportado sufrimientos y adversidades sin odiar y respondiendo al mal con el bien, difundiendo alegría y paz»,
El pontífice argentino destacó que ser santos «no es un privilegio de pocos, sino que es una vocación para todos» y señaló que todos estamos llamados a caminar por la vía de la santidad, que tiene un nombre y un rostro: Jesucristo.
Antes de rezar la oración dedicada a María, Reina de Todos los Santos, el Papa dijo que «nuestra oración de alabanza a Dios y de veneración de los espíritus bienaventurados se une a la oración de sufragio por cuantos nos han precedido en el pasaje de este mundo a la vida eterna».
También pidió una oración en silencio por los inmigrantes muertos en las costas de la isla de Lampedusa en su travesía para alcanzar Italia, al subrayar que son «hermanos y hermanas nuestros, hombres, mujeres y niños, empujados por la sed, el hambre y el cansancio».
Francisco improvisó estas palabras sobre los inmigrantes que se ponen en marcha «para alcanzar unas condiciones de vida mejores».
El pontífice argentino destacó que ser santos «no es un privilegio de pocos, sino que es una vocación para todos» y señaló que todos estamos llamados a caminar por la vía de la santidad, que tiene un nombre y un rostro: Jesucristo.
Los santos nos dicen que confiemos en el Señor
Asimismo, preguntó: «¿Qué nos dicen los santos, hoy?» Y respondió: Nos dicen que debemos confiar en el Señor, ¡porque Él no decepciona! A la vez que con su testimonio nos animan a «no tener miedo de ir contracorriente o de ser incomprendidos y escarnecidos cuando hablamos de Él y del Evangelio».Antes de rezar la oración dedicada a María, Reina de Todos los Santos, el Papa dijo que «nuestra oración de alabanza a Dios y de veneración de los espíritus bienaventurados se une a la oración de sufragio por cuantos nos han precedido en el pasaje de este mundo a la vida eterna».
También pidió una oración en silencio por los inmigrantes muertos en las costas de la isla de Lampedusa en su travesía para alcanzar Italia, al subrayar que son «hermanos y hermanas nuestros, hombres, mujeres y niños, empujados por la sed, el hambre y el cansancio».
Francisco improvisó estas palabras sobre los inmigrantes que se ponen en marcha «para alcanzar unas condiciones de vida mejores».