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miércoles, 2 de octubre de 2013
Iniciamos el mes “Misionero” por excelencia…
Octubre es el mes del Rosario y de las misiones. Celebramos con alegría grandes misioneros de la Iglesia como son: Santa Teresita de Liseux, doctora de la Iglesia y patrona de las misiones, san Francisco de Borja, San Francisco de Asís, el Beato Juan XXIII, la gran doctora de la Iglesia Santa Teresa de Jesús, san Pablo de la Cruz, san Antonio María Claret, el evangelista Lucas, los apóstoles Simón y Judas, entre tantos otros misioneros del evangelio.
Es el mes del rosario, el 7 celebraremos a nuestra madre María en la advocación de Nuestra Señora del Rosario y el 12 a Nuestra Señora del Pilar. Tenemos muchos motivos para vivir este mes con intensidad espiritual de modo que nuestra vida material se llene y se reconforte en todos los aspectos y vivamos equilibradamente.
La Iglesia es esencialmente misionera desde los inicios del cristianismo, con el mandato de Jesús en los evangelios, “Vayan por el mundo entero y prediquen el evangelio…” Mt 28, 19-20. La labor misionera de la Iglesia es amplia, presencia en todos los continentes y países del mundo, incluso en aquellos con mayores dificultades económicas, políticas, sociales y también donde hay persecución religiosa y política.
La Iglesia a través de las diversas organizaciones, congregaciones, ministerios, grupos apostólicos, etc. atiende a los necesitados de salud, alimentación, minusválidos, ancianos, huérfanos... En total tenemos que la Iglesia administra unas 67.264 escuelas maternas frecuentadas por 6.386.497 alumnos; 91.694 escuelas primarias frecuentadas por 29.800.338 alumnos; 41.210 institutos secundarios con 16.778.633 alumnos. Además sigue 1.894.148 jóvenes de las escuelas superiores y 2.837.370 estudiantes universitarios.
Los institutos de beneficencia y asistencia administrados en el mundo por la Iglesia comprenden: 5.378 hospitales, 18.088 dispensarios, 521 leproserías, 15.448 casas para ancianos, enfermos crónicos y minusválidos, 9.376 orfanatos, 11.555 jardines de infancia; 13.599 consultorios matrimoniales, 33.146 centros de educación o reeducación social y 10.356 instituciones de otros tipos. Si a todo lo anterior le sumamos la formación y educación en la fe, el apoyo espiritual que se da en diversos templos, grupos pastorales y demás servicios complementarios.
La Iglesia también se ocupa de sus hijos e hijas a través de sus organismos internacionales como Caritas, Obras Misionales Pontificias, las Obras Salesianas, Fe y Alegría, Movimientos sin Fronteras, Manos Unidas, Legión de María, Cursillistas, Renovación Carismática, y miles de movimientos y organizaciones más, que pertenecen y trabajan desde la Iglesia católica para el mundo, sin hacer ruido, desde el corazón y la vida de nuestra gente sobre todo aquellos que más sufren y necesitan la misericordia de Dios, No son números son personas, seres humanos, hermanos y hermanas nuestras, porque como nos ha dicho el mismo Jesús en su Palabra, “Todo aquello que hiciste a uno de estos mis hermanos a mí me lo hiciste…” Mt 25, 40 ss. Y al final de nuestra vida seremos juzgados por el amor y el amor se expresa en la caridad, en el servicio a los más necesitados, a ejemplo del maestro divino Jesucristo, quien no vino a ser servido sino a servir.
Hna. Alicia Galíndez