Cada institución no se hace ni se realilla por sí misma, son las personas que pertenecen a ella, que van configurando la calidad o no de la institución. Calidad que depende sobre todo del servicio cualificado de las personas que la conforman.
Y Corazones del Cibao es de renombre por muchos años, por ese servicio que ofrece a tantas personas que se acercan buscando la salud de ese órgano irrenunciable para poder existir en este espacio y tiempo: el corazón humano. Y como sabemos es el órgano elegido por el Dios Creador para regalar su soplo de vida, soplo que nos dignifica como personas humanas.
Y es que nuestras vivencias con esta Institución han sido de vidas, no solamente por la excelente cirugía de mi hermano, sino porque a cada personas que nos acercamos respiran vida y en abundancia. Vida desde las atenciones, la prontitud, el saludo, los gestos, sonrisas, higiene, profesionalismo de alta competencia, y todas estas gracias se conjugan para que los servicios ofrecidos tengan el sello del humanismo que humaniza y del profesionales que enaltece a cada persona que destila su vida en servicio alegre y cualificado, que prestigia a tan alta institución de salud, porque son servidores/as con sabiduría, nobleza, por lo tanto con humildad.
Humildad que humaniza a cada persona que pertenece a Corazones del Cibao y a cada persona y familia que nos acercamos a ellos en busca de la vida. Y allí la vida se encuentra porque desde la recepcionista, administradoras, conserjes, médicos, asistentes,… además de ofrecer servicio se ofrecen a sí mismos, sin ver horarios ni honorarios como decía de la Dra. Maribel Almonte en el artículo anterior.
Y Corazones del Cibao late en el centro del Cibao, Santiago de los Caballeros, donde la prensa elitista y comprada, y otros medios de comunicación, se ufanan en presentar los aspectos negativos de nuestra Hidalga Ciudad de Santiago de Los Caballeros. Y sabemos que es verdad el deterioro político, moral, el respeto, el silencio, la calidad de los servicios, la delincuencia,…en que se vive en Santiago. Pero son más las personas e instituciones que ofrecen esa vida y en abundancia, que se nos recuerda que venimos de la bondad, y que sembrando bondades, trascendemos como personas humanas.
Y en Corazones del Cibao se trasciende a diario. Y el milagro es posible porque hay una dedicación más que humana, casi divina. Solamente hay que hablar con cualquiera de las personas que sirven en tan respetada Institución. Personas de respeto, educación, donde el diálogo y el profesionalismo humano no son milagros, por eso hacen posible el milagro de la vida.
Gracias inmensas a cada uno de Ustedes que configuran tan noble Institución. Gracias DR. Juan Ramírez, Dra. Maribel Almonte, Dr. López Luciano, Dr. Isaac Heredia Pérez, Dr. Abreu, Dr. Martín Suriel… Gracias del alma a Carina, Carolina, Pamela,…
Gracias inmensas por tanta vida humana y profesional destiladas en cada momento de servicio sonriente, servicio que habla de la trascendencia de CORAZONES DEL CIBAO.
Serafín Coste Polanco