Plantea, que para lograr que la Ciudad Corazón recobre la limpieza y organización que la caracterizó en otros tiempos, propuso la integración de un movimiento de contenido cívico “teniendo al frente a hombres y mujeres de vergüenza, que quieran al municipio, dispuestos a obligar a las autoridades de la alcaldía a cumplir con la ley, la decencia, la transparencia y la honradez”.
La inquietud la muestra en un documento hecho público, en donde dice que en toda el área urbana de Santiago de los Caballeros, por todas partes se respira un aire fétido “donde la visión y los oídos son agredidos por letreros y ruidos aceptados por paga, y el tránsito vehicular es ubicado en rutas diseñadas para beneficio económicos de terceros, en perjuicio de la comunidad”.
Advierte, que “para afectar la tranquilamente de la ciudad, y llegar al estado de degradación en que se encuentra en la actualidad, necesariamente tenía que producirse una combinación de indiferencia, tolerancia, indolencia, apatía y dejadez, todo ligado a un total desinterés y absoluta despreocupación por la misma”.
Autor: Hilarión Isalguéz