(Agencias) 80 personas han muerto y 168 están heridas al descarrilar un tren Alvia a la entrada de Santiago que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol. Siete de las víctimas mortales han perdido la vida después de ser trasladadas al hospital. Dada la gravedad de algunos de los heridos, no se descarta que se produzcan nuevos fallecimientos.
No obstante, fuentes de Renfe han asegurado que el tren circulaba a 180 km/h, lo que también estaría muy por encima de la velocidad aconsejable en la zona.
El conductor dijo que el tren había tomado la curva a 190 kilómetros por hora; después habló de 200, pero luego volvió a decir que, al entrar en la curva, el tren iba a 190 kilómetros por hora.
Al menos tres vagones comenzaron a arder tras el accidente y otro vagón quedó aplastado por los dos de sus laterales convirtiéndose en un amasijo de hierros. Algunos de los vagones chocaron con el talud y el muro.
Exceso de velocidad
La principal hipótesis que se baraja es el exceso de velocidad en una curva pronunciada del recorrido. El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha informado de que en el momento del accidente el tren iba a 220 km/h, pese a que la velocidad máxima en ese punto es de 80 km/h debido a que en ese punto se reduce la velocidad para entrar en la estación de Santiago.No obstante, fuentes de Renfe han asegurado que el tren circulaba a 180 km/h, lo que también estaría muy por encima de la velocidad aconsejable en la zona.
«Caerán sobre mi conciencia»
Uno de los maquinistas del tren Alvia que descarriló quedó atrapado tras el accidente en la cabina del convoy. A través de la radio con la que se comunica con la estación, cuando aún no sabía siquiera si había fallecidos, hizo un relato de lo que acababa de suceder. Expresó que le dolía la espalda y las costillas y que no podía salir. «¡Somos humanos! ¡Somos humanos!», repetía. «Espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia».El conductor dijo que el tren había tomado la curva a 190 kilómetros por hora; después habló de 200, pero luego volvió a decir que, al entrar en la curva, el tren iba a 190 kilómetros por hora.
Se partió en dos
El accidente tuvo lugar en una curva de la bifurcación de A Grandeira, en la parroquia de Angrois. Testigos presenciales han precisado a Efe que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de unas viviendas, y el resto volcó.Al menos tres vagones comenzaron a arder tras el accidente y otro vagón quedó aplastado por los dos de sus laterales convirtiéndose en un amasijo de hierros. Algunos de los vagones chocaron con el talud y el muro.