La vida como siempre he manifestado, es polvo y es viento, cuando anoche llegué de un encuentro al que asisti fuera de New York, me topé en el muro de Facebook con una nota que medio me atontó un poco pero que no le dí seguimiento porque no ví un despliegue de la misma, decía la amiga Maria Isabel Martínez, que habia leido que en un colmadón fue asesinada otra amiga de mi muro la licenciada Lina Castillo.
Cuando temprano en la mañana me levanto lo primero que busco es el muro a ver que nuevo traía el día sobre la información ya leida la noche anterior, no ví muchas cosas, pero de inmediato escribí al también buen amigo Manny Solano, sin lograr respuesta inmediata, es cuando voy al portal del Listín Diario Dominicano y finalmente me topo con la infausta noticia que confirmó lo que ya habia expuesto Maria Isabel y que otros compañeros de FB recogian como buena y valida.
Lina Castillo fué de las primeras amazanos de mi muro, inquieta, brillante, unica, con un sentido de humor fuera de serie y una pieza para aprender y para seguir, cuantas cosas le solicité me indagara en materia de prensa via internet, nunca se detuvo ni puso un pero, discutiamos de la situación del país, de los problemas políticos, de la miseria, de los amargores de nuestro pueblo, de su hijo, hablamos muchas veces de sus sueños e inquietudes de su afan por crecer profesionalmente.
Pero la vida...ese alo de luz que se apaga misteriosamente cuando el destino troncha los sueños, a Lina se le apagó talvez sin darse cuenta, porque de acuerdo a como dice la prensa Dominicana, los delincuentes tratando de matar a un militar que le tronchó una de sus tropelias, a quien sacaron de circulación, fue a una mujer valiosa, importante para la sociedad y una luchadora por las causas nobles de los más necesitados.
A quien culpar de este vil asesinato?, a los delincuentes o a un gobierno que el propio procurador general de la Republica dice que ha perdido la batalla, no solo contra la corrupción sino contra la delincuencia.
A quien culpar de los males de una nación que cual barco sin capitan cada segundo se hunde más, elevando a la condición de estercolero a todos los que debieran poner en orden el desorden que azota a la que una vez fué la más bella de las islas del caribe hoy convertida en un matadero, dirijido por anti sociales en una nación de salvajes y enanos mentales.
Lina Castillo baja al frio suelo de un cementerio dominicano, cargada de sueños, de ilusiones, deja un joven abandonado, joven por el que siempre mantuvo en alto sus proyectos porque como decia queria verlo como todo un productivo profesional quisqueyano.
La muerte de Lina, es un nuevo número en las estadistica de violencia que azota esa cosa que le llaman Republica Dominicana, una estadistica que no pasará de ser otro crimen que quedará impune, porque al final para no trabajar, se buscará a otro de los delincuenticos pagados, para presentarlos a los vampiros del periodismo amarillista, para que desplacen la información sin ampliar la investigación de prensa, y al poco tiempo como en otros muchos casos, Lina Castillo, será otra olvidada en la danza de los inventos que es lo que un día fue la tierra de Duarte.
Lina, hermana querida, lamentamos tu partida de forma tan violenta, pero a pesar de tu corta edad, nos permitiste conocer de tus ideas, de tus sueños y de tus inquietudes por ver como muchos de nosotros, una patria nueva, mirando al futuro sin estar de rodillas porque un titere no quiere amarrar su correa y organizar el desorden, porque a pesar de su cara de monje que no rompe un plato, es tan malo el que apretó el gatillo que produjo el disparo que te lleva a la muerte, como el comandante en jefe que vive navegando entra la mierda, de una nación que es ya un vomito social.
Dios proteja tu alma amiga querida