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martes, 30 de julio de 2013

Fallece miembro de la época de oro de Los Panchos


 

De izq. a der.: Julito Rodríguez, Chucho Navarro y Alfredo Gil, integrantes del Trio Los Panchos en la década de 1950.
De izq. a der.: Julito Rodríguez, Chucho Navarro y Alfredo
Gil, integrantes del Trio Los Panchos en la década de 1950.
Julito Rodríguez, uno de los miembros de la época de oro del trío Los Panchos, falleció el sábado 27 en su Puerto Rico natal, dejando como legado uno de los boleros más importantes del cancionero romántico: Mar y cielo.
Rodríguez falleció a los 87 años, víctima de complicaciones producidas por una pulmonía que lo mantuvo hospitalizado en las últimas semanas.

Fue primera voz de Los Panchos desde 1952, gracias a la recomendación de su coterráneo Rafael Hernández, hasta 1956, cuando decidió retirarse por problemas de salud, continuando, sin embargo, su carrera artística en la isla con su propia agrupación. En total, dejó grabadas 122 canciones con la mundialmente famosa agrupación.

El Trío Los Panchos se formó en Nueva York en 1944; sus integrantes eran los mexicanos Alfredo Gil, a quien se atribuye la invención del requinto, y Chucho Navarro, y el puertorriqueño Hernando Avilés. La partida de este último llevó a la contratación del boliviano Raúl Shaw Moreno, quien solo estuvo nueve meses en el trío, dejando la vacante a Rodríguez.

Gil y Navarro viajaron a Puerto Rico en 1952 para conocer al aspirante recomendado por Hernández, integrándolo de inmediato al famoso trío que había revolucionado el sonido del bolero con el requinto y las originales armonías vocales, debutando días después en Ciudad Trujillo (hoy Santo Domingo), con la interpretación radial de Mar y cielo y Ya me voy, de la inspiración de Gil.


“Me tienes, pero de nada te vale”, comienza diciendo el bolero que Rodríguez había compuesto mientras iba en un autobús en Puerto Rico. “Soy tuyo porque lo dicta un papel./Mi vida la controlan las leyes,/pero en mi corazón que es el que siente amor/tan sólo mando yo”.

Luego agrega que “El mar y el cielo se ven igual de azules/y en la distancia parece que se unen./Mejor es que recuerdes que el cielo siempre es cielo/que nunca, nunca, nunca el mar lo alcanzará./Permíteme igualarme con el cielo/que a ti te corresponde ser el mar”.

De las decenas de canciones que compuso Rodríguez a lo largo de su vida, Mar y cielo fue la más destacada y ha sido grabada por un gran número de cantantes.
Su viuda, Mirza López Mendoza, con la que compartió los últimos 30 años de su vida, pero sin tener hijos, dijo al periódico Primera Hora, de San Juan, que siempre fue la fanática número uno de su esposo y que se sentía “bien orgullosa, bien feliz, porque tuve a mi lado un hombre excepcional y cariñoso que me respetó siempre. Nos amamos y nos quisimos mucho. Fue un matrimonio precioso. Estábamos solitos los dos, pero bien felices”.

Aunque el primer instrumento que tuvo en sus manos en su infancia fue el violín, con el que formó parte de varias orquestas de la isla, cuando su madre le regaló una guitarra cambió su vida por completo, entregándose de lleno a su nuevo “juguete”, con el cual recorrería el mundo junto a Los Panchos.
El trío grabó también otros temas de Rodríguez, como Un momento, Con quién habrá de hablar, Tan sencillo, Mi cañaveral, Delincuente y De fiesta. (Manuel Eduardo
SotoEspecial/El Nuevo Herald)