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Con una misa a la que asistieron la familia Guzmán Klang, encabezada por la ex primera Dama, Renée Klang de Guzman, y su hija Sonia, así como el expresidente Hipólito Mejía, dirigentes del PRD y otras personalidades, se conmemoró este jueves el 31 aniversario de la muerte trágica del presidente Antonio Guzmán Fernández.
El acto religioso fue oficiado en la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia por el padre José Miguel Vásquez, quien dijo que Guzmán jugó un papel importante en la historia y la política dominicana.
El sacerdote explicó que en 1978, Guzmán asumió un Gobierno que fue la transición a la democracia dominicana. “Fue un hombre bueno, tuvo cualidades humanas que valoramos, nunca perdió su esencia como hombre de pueblo, dio todo lo mejor y ejerció la política como una actividad de entrega y de servicios a los demás”, proclamó.
Previo a la misa, fue depositada una ofrenda floral en la tumba donde descansan los restos del presidente Guzmán en el cementerio de la calle 30 de Marzo de Santiago.
El exmandatario Hipólito Mejía declaró que el pueblo dominicano ha evaluado al presidente Guzmán en su justa dimensión. “Fue un hombre demócrata, bueno, serio, preocupado por los más necesitados, por el campo dominicano y los marginados”, observó.
Versiones y rumores
El presidente Joaquín Balaguer, en su libro “Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo”, revela que en enero de 1982, cuatro meses antes de las elecciones generales, se reunió “discretamente” con el entonces presidente Antonio Guzmán Fernández y su familia, en la Casa Presidencial de Sans Souci, y que estando solos, entre otras cosas íntimas, Guzmán le expuso su preocupación por los posibles resultados de las elecciones del siguiente 16 de mayo, porque “le atormentaba sobre todo la posibilidad del triunfo en esa consulta electoral de Salvador Jorge Blanco”.
Mientras que el periodista José Báez Guerrero, en el capítulo VI del libro “Guzmán, su vida, gobierno y suicidio”, descree esta versión del temor a Jorge Blanco y otras tantas opiniones que se han entretejido en torno a este suicidio, ocurrido la noche del 4 de julio de 1982, y que a la mañana siguiente, cuando se conoció, causó consternación y asombro en todos los niveles de la sociedad.
Sobre el suicidio del presidente Guzmán también ha escrito un libro el periodista Carlos Cepeda, “Los que mataron a Antonio Guzmán”, en el cual afirma que el gobernante estaba decepcionado y que entró en una profunda depresión luego de las elecciones que ganó Jorge Blanco.
“Estaba decepcionado por las traiciones y las lacras existentes en la política vernácula, entre otras cosas”, afirma Cepeda. Sobre el suicidio de Guzmán y sus posibles causas no ha habido un informe oficial como Jefe de Estado. Tampoco su familia ha dado una versión definitiva.
No hay conclusiones médicas, ni científica, ni familiar, ni política, ni social. Todo lo han dejado al decir y a la especulacion de historiadores, cronistas, periodistas e investigadores.
Balaguer afirmó que el presidente Guzmán fue víctima, en los días que precedieron a su suicidio, de un desequilibrio emocional que adquirió finalmente en él carácter de crisis depresiva. La noche en que se quitó la vida con su propia pistola había hecho comparecer a su presencia al secretario de las Fuerzas Armadas, general Mario Imbert McGregor.
Fuente: LISTIN DIARIO
El acto religioso fue oficiado en la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia por el padre José Miguel Vásquez, quien dijo que Guzmán jugó un papel importante en la historia y la política dominicana.
El sacerdote explicó que en 1978, Guzmán asumió un Gobierno que fue la transición a la democracia dominicana. “Fue un hombre bueno, tuvo cualidades humanas que valoramos, nunca perdió su esencia como hombre de pueblo, dio todo lo mejor y ejerció la política como una actividad de entrega y de servicios a los demás”, proclamó.
Previo a la misa, fue depositada una ofrenda floral en la tumba donde descansan los restos del presidente Guzmán en el cementerio de la calle 30 de Marzo de Santiago.
El exmandatario Hipólito Mejía declaró que el pueblo dominicano ha evaluado al presidente Guzmán en su justa dimensión. “Fue un hombre demócrata, bueno, serio, preocupado por los más necesitados, por el campo dominicano y los marginados”, observó.
Versiones y rumores
El presidente Joaquín Balaguer, en su libro “Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo”, revela que en enero de 1982, cuatro meses antes de las elecciones generales, se reunió “discretamente” con el entonces presidente Antonio Guzmán Fernández y su familia, en la Casa Presidencial de Sans Souci, y que estando solos, entre otras cosas íntimas, Guzmán le expuso su preocupación por los posibles resultados de las elecciones del siguiente 16 de mayo, porque “le atormentaba sobre todo la posibilidad del triunfo en esa consulta electoral de Salvador Jorge Blanco”.
Mientras que el periodista José Báez Guerrero, en el capítulo VI del libro “Guzmán, su vida, gobierno y suicidio”, descree esta versión del temor a Jorge Blanco y otras tantas opiniones que se han entretejido en torno a este suicidio, ocurrido la noche del 4 de julio de 1982, y que a la mañana siguiente, cuando se conoció, causó consternación y asombro en todos los niveles de la sociedad.
Sobre el suicidio del presidente Guzmán también ha escrito un libro el periodista Carlos Cepeda, “Los que mataron a Antonio Guzmán”, en el cual afirma que el gobernante estaba decepcionado y que entró en una profunda depresión luego de las elecciones que ganó Jorge Blanco.
“Estaba decepcionado por las traiciones y las lacras existentes en la política vernácula, entre otras cosas”, afirma Cepeda. Sobre el suicidio de Guzmán y sus posibles causas no ha habido un informe oficial como Jefe de Estado. Tampoco su familia ha dado una versión definitiva.
No hay conclusiones médicas, ni científica, ni familiar, ni política, ni social. Todo lo han dejado al decir y a la especulacion de historiadores, cronistas, periodistas e investigadores.
Balaguer afirmó que el presidente Guzmán fue víctima, en los días que precedieron a su suicidio, de un desequilibrio emocional que adquirió finalmente en él carácter de crisis depresiva. La noche en que se quitó la vida con su propia pistola había hecho comparecer a su presencia al secretario de las Fuerzas Armadas, general Mario Imbert McGregor.
Fuente: LISTIN DIARIO