(InfoCatólica) Para honrar como se merece a la patrona de Aragón, de la Guardia Civil y de la Hispanidad, alrededor de 150 montañeros, comandados por los presidentes de Montañeros de Aragón de Barbastro y Zaragoza, José Masgrau y Ramón Tejedor, respectivamente, participaron en una expedición colectiva que pernoctó en el refugio de la Renclusa, a 2150 metros, de donde partieron el sábado, día 15, alrededor de las seis de la mañana.
A ella se sumaron miembros de clubs montañeros, de la Federación de Montaña Aragonesa, con su presidente, Luis Masgrau, a la cabeza; componentes de la UME y de la Escuela Militar de Jaca, entre los que se encontraba el teniente coronel Primitivo Hernándes; miembros de la Jefatura de Montaña de la Benemérita, como el teniente Fernández Rivero; efectivos de los Greim de la Guardia Civil, liderados por el jefe de Huesca, Antonio Usieto, así como montañeros madrileños, asturianos y valencianos que quisieron sumarse a la iniciativa.
La ascensión fue difícil por encontrar una meteorología invernal, inapropiada para este mes de junio. La montaña les recibió con viento frío y abundante nieve desde el propio refugio, lo que les obligó a utilizar crampones todo el trayecto y a extremar la cautela. Más cuidado tuvieron que tener en el estrecho y delicado Paso de Mahoma, que se salvó con cuerdas fijas instaladas por la Guardia Civil. Según el horario previsto, tras seis horas de ascensión, se logró coronar el techo de Aragón, donde les recibió la talla de la Virgen del Pilar que había sido depositada en helicóptero unos días antes. Allí se hizo una ofrenda de flores, pero las bajas temperaturas y el viento impidieron que se celebrase la Eucaristía en la misma cima. Ésta tuvo lugar unos metros en un lugar más recogido a 3350 metros y concelebrada por los sacerdotes montañeros Pedro Estaún y Javier Amorós.
La imagen de la Virgen del Pilar se ha entronizado tres veces. La primera fue el 14 de agosto de 1956; la segunda el 15 de agosto de 1987 para sustituir con una talla de bronce a la de mármol que apareció decapitad en 1986. La actual «desapareció» dos veces en los años 1999 y 2011 y tras localizarla en junio de 2012, se ha restaurado y está en la cima.
El presidente de Montañeros de Aragón de Barbastro e impulsor de la entronización, José Masgrau, se mostró «satisfecho por el deber cumplido, pero cansado». «Dijimos que volveríamos a poner la Virgen y lo hemos conseguido. Estamos contentos aunque el día ha sido duro y el Aneto estaba con muchísima nieve, como nunca lo había visto así por estas fechas», dijo. «Y si la imagen vuelve a desaparecer, la volveremos a poner», añadió.
A ella se sumaron miembros de clubs montañeros, de la Federación de Montaña Aragonesa, con su presidente, Luis Masgrau, a la cabeza; componentes de la UME y de la Escuela Militar de Jaca, entre los que se encontraba el teniente coronel Primitivo Hernándes; miembros de la Jefatura de Montaña de la Benemérita, como el teniente Fernández Rivero; efectivos de los Greim de la Guardia Civil, liderados por el jefe de Huesca, Antonio Usieto, así como montañeros madrileños, asturianos y valencianos que quisieron sumarse a la iniciativa.
La ascensión fue difícil por encontrar una meteorología invernal, inapropiada para este mes de junio. La montaña les recibió con viento frío y abundante nieve desde el propio refugio, lo que les obligó a utilizar crampones todo el trayecto y a extremar la cautela. Más cuidado tuvieron que tener en el estrecho y delicado Paso de Mahoma, que se salvó con cuerdas fijas instaladas por la Guardia Civil. Según el horario previsto, tras seis horas de ascensión, se logró coronar el techo de Aragón, donde les recibió la talla de la Virgen del Pilar que había sido depositada en helicóptero unos días antes. Allí se hizo una ofrenda de flores, pero las bajas temperaturas y el viento impidieron que se celebrase la Eucaristía en la misma cima. Ésta tuvo lugar unos metros en un lugar más recogido a 3350 metros y concelebrada por los sacerdotes montañeros Pedro Estaún y Javier Amorós.
La imagen de la Virgen del Pilar se ha entronizado tres veces. La primera fue el 14 de agosto de 1956; la segunda el 15 de agosto de 1987 para sustituir con una talla de bronce a la de mármol que apareció decapitad en 1986. La actual «desapareció» dos veces en los años 1999 y 2011 y tras localizarla en junio de 2012, se ha restaurado y está en la cima.
El presidente de Montañeros de Aragón de Barbastro e impulsor de la entronización, José Masgrau, se mostró «satisfecho por el deber cumplido, pero cansado». «Dijimos que volveríamos a poner la Virgen y lo hemos conseguido. Estamos contentos aunque el día ha sido duro y el Aneto estaba con muchísima nieve, como nunca lo había visto así por estas fechas», dijo. «Y si la imagen vuelve a desaparecer, la volveremos a poner», añadió.