"No quiero mentir, no tiene buen aspecto", añadió la hija de Mandela.
Poco antes, el Gobierno sudafricano había anunciado que la salud de Mandela -en estado crítico desde el pasado domingo- había "empeorado durante las últimas 48 horas".
La familia de Mandela se ha reunido esta mañana en el hospital de Pretoria donde está ingresado el héroe sudafricano.
Allí fue visto también hoy el presidente sudafricano, Jacob Zuma, que anoche canceló su viaje a Mozambique previsto para hoy tras visitar a Mandela y comprobar que seguía en estado crítico.
Asimismo acudió hoy al hospital la ministra de Defensa, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, titular del departamento encargado de la seguridad y el cuidado de los expresidentes y de los funerales de Estado.
Decenas de ciudadanos anónimos seguían llegando a las puertas del Medi-Clinic Heart Hospital de Pretoria para dejar sus mensajes de apoyo a Madiba, como se conoce al expresidente en Sudáfrica.
Entre ellos destacaba un grupo de miembros de las Juventudes del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido que lideró Mandela, que entonaron varias canciones de la época de lucha contra el régimen segregacionista del apartheid.
Mientras tanto, varios obreros de la construcción erigían hoy un muro en torno al terreno de la localidad de Qunu -sureste de Sudáfrica- donde están enterrados los miembros del clan Mandela.
El antiguo estadista creció y tiene una casa en Qunu, donde podría ser enterrado junto a sus antepasados.
Nelson Mandela luchó durante 67 años contra el régimen del "apartheid", en cuyas cárceles pasó 27 años y contrajo los problemas respiratorios que padece de forma recurrente.
Tras ser liberado en 1990, Madiba encabezó junto al último presidente del "apartheid", Frederik De Klerk, el desmantelamiento pacífico del régimen segregacionista.
Elegido como presidente en 1994, Mandela afianzó desde la presidencia una relativa paz racial, después de más de cuatro décadas de dominación racista de la minoría blanca de Sudáfrica.