Los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática aseguran que están en la mira de los servicios de inteligencia bolivarianos por haber pedido la auditoria de las elecciones. El sábado fue detenido Antonio Rivero, y exigen su inmediata liberación
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Los miembros de la coalición opositora de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se manifestaron en contra de una supuesta persecución cometida por parte de organismos estatales. Según afirman, es una respuesta represiva del gobierno de Nicolás Maduro por haber solicitado el recuento de los votos emitidos en las pasadas elecciones presidenciales.
"Lo que nosotros hemos pedido es que nos enseñen los cuadernos de votación en la auditoría y, por eso, quieren meter presos a los dirigentes, ¿y qué vamos a hacer? Lo que ha dicho Henrique Capriles, vamos a impugnar las elecciones", sostuvo el diputado opositor Ismael García durante una rueda de prensa en Caracas.
El legislador habló en público este domingo acompañado de la mayoría de los integrantes de la MUD. Los opositores aseguran que el primero en ser perseguido fue el general retirado Antonio Rivero, detenido el sábado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).
La captura de Rivero fue ordenada por el Ministerio Público, de acuerdo con un comunicado de este organismo. La justificación es que el militar estaba supuestamente involucrado en los sucesos violentos posteriores a los comicios del 14 de abril, acontecidos en el marco de la protesta por los resultados electorales, que dejaron 9 muertos y más de 70 heridos.
El asambleísta García indicó que hay una lista "de más de 23 dirigentes que el Gobierno tiene para perseguir en las próximas horas", y anunció que la oposición llevará sus denuncias a "los organismos jurisdiccionales".
También señaló que el viernes pasado acudió a la Fiscalía para acusar formalmente al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, por agredir al diputado William Dávila y a los legisladores opositores en general.
Por otro lado, este lunes comienza la auditoría parcial de algunas urnas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE). La titular del organismo, Tibisay Lucena, anunció que la revisión será sobre el 46% de las mesas que funcionaron en las elecciones, y aclaró que es "imposible" hacer la verificación que reclamó Capriles de recontar la totalidad de los sufragios.