El Obispo de Roma se refirió a los primeros
cristianos y destacó que vivían unidos, en armonía y amor mutuo,
dimensiones -dijo- que hay que volver a descubrir hoy.
El pontífice manifestó que hay que descubrir de nuevo la docilidad, una virtud -afirmó- que está un poco olvidada.
"La mansedumbre tiene muchos enemigos, el primero
de ellos es hablar mal. Criticar a los otros, atacarles, son tentaciones
del diablo que no quiere que el Espíritu Santo venga a nosotros y logre
la paz, la docilidad en las comunidades cristianas", señaló.
El jesuita Francisco agregó que la crítica "no es
la vida nueva" del cristiano, que tiene que ser caritativo, y recordó
cual tiene que ser el comportamiento justo de un cristiano.
"No juzgar a nadie, ya que el único juez es el
Señor. Estar callados y si hay que decir algo se le dice al interesado, a
quien pueda remedia la situación, pero no a todo el barrio. Si con la
gracia del Espíritu Santo logramos a no criticar más, será un gran paso,
que nos hará bien a todos", subrayó.
Desde que fue elegido papa, el argentino Jorge
Mario Bergoglio oficia todos días misa en la capilla de la residencia de
Santa Marta, a la que asisten miembros de la Curia Romana, empleados de
los jardines y del servicio de limpieza, funcionarios del Governatorato
(ente que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano), invitados,
etc.
Hoy asistieron personal del Fondo de Asistencia
Sanitaria, los servicios sanitarios del Vaticano, y personal del
Governatorato. EFE