La verdad si vamos a tomar como
parámetros la edad, el tiempo en el oficio, la enfermedad entre otros,
no cabe dudas que “El Torito” pudiera seguir esperando a que se le
cumpla una o varias de estas alternativas.
Lamentablemente la premiación es
una vez por año y a un sólo gran ganador, es decir que las
posibilidades son inversamente proporcionales a la cantidad de
candidatos que cada año reúne y acumulan todos los achaques mencionados,
todos con suficientes méritos profesionales para merecer el “Gran
Soberano”
Pero resulta que en el caso
específico de “Héctor Acosta” en esta primera entrega de premios el
“Soberano” le ha tocado a él y qué bueno que haya ocurrido a si, pues es
un “Torito “que viene brincando cercas desde hace mucho tiempo, a pesar
de que mantiene cara y estatura de adolecente.
“Héctor Acosta” no es artista
que alcanzó la fama y popularidad de la noche a la mañana. En mi caso,
lo vi por casualidad cantar en Bonao en una bebentina que desconozco si
todavía existe pero si mal no recuerdo se llamaba “El Yaraví”. Aquello
daba pena, lo único que tenía era voz.
No quiero hacer un recuento de
su trayectoria, pues para eso tenemos a “Google y Wikipedia” aunque
siempre nos viene bien refrescar la memoria y recordar que a los pobres
las cosas no nos caen del cielo porque sí.
Pero
el que quiera saber cómo "se
guaya la yuca" para obtener en bien las cosas, tiene en Héctor Acosta el
mejor de los ejemplos, sobre todo en un país donde las oportunidades
son calvas y se tienen que agarrar por las greñas.
Hoy es fácil admirar al gigante
de voz que ha sabido llevar con orgullo por el mundo nuestras dos
principales banderas musicales: “Bachata y Merengue”. A un artista que es
reconocido y aplaudido por nacionalidades que nada tienen que ver con
nuestras costumbres.
Un
“Torito” con más de 20 años
de carrera artística ininterrumpida, presentándose en los más
importantes escenarios del mundo, con una discografía de éxitos única:
“Merenguero, bachatero, baladista” , además nominado en diferentes e
importantes premiaciones internacionales.
Celebramos con mucho entusiasmo,
tan importante distinción a buena hora y muy merecido, por ser un digno
embajador de nuestra música, por demostrar que es un ser humano
potable, de gran corazón, con mucha fe en Dios, en su país, en la
familia y en sí mismo. Héctor Acosta usted es el Gran Soberano. (soylatino.net)