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lunes, 29 de abril de 2013

El papa dice que el confesionario no es una tintorería ni un lugar de tortura

El papa Francisco aseguró hoy que el confesionario "no es una tintorería", donde se va a lavar los pecados, ni tampoco un lugar de "tortura", y que avergonzarse de los pecados es la virtud del humilde, que se prepara a recibir el perdón de Dios. El pontífice hizo estas manifestaciones en la misa que celebró en la capilla de la residencia de Santa Marta, donde se aloja, en cuya homilía se refirió a los pecados y dijo que si decimos que no tenemos pecado, "nos engañamos a nosotros mismos, ya que todos somos pecadores, todos".
El papa Bergoglio manifestó que cuando el Señor perdona a los hombres hace justicia, "ya que Él ha venido al mundo para salvar y perdonarnos, acogiéndonos con la ternura de un padre hacia el hijo".
El Señor -aseguró- "es tierno con quienes van hacia Él y con ternura nos entiende siempre y quiere darnos esa paz que sólo Él puede dar".
"Esto es lo que sucede con el sacramento de la Reconciliación, aunque muchas veces pensemos que ir a confesarnos es como ir a la tintorería para limpiar la suciedad de nuestros vestidos. Pero Jesús en el confesionario no es una tintorería. Es un encuentro con quien nos espera tal como somos", afirmó.
El papa argentino subrayó que la vergüenza es una "auténtica virtud cristiana y también humana", una virtud "del humilde, de aquellos hombres y mujeres que son humildes".
El obispo de Roma agregó que Jesús pide a los hombres humildad y mansedumbre, "que son las dos cornisas de la vida de un cristiano".
"Un cristiano va siempre así, con humildad y docilidad, y Jesús nos espera para perdonarnos. Por eso ir a confesarse no es una tortura. No, es ir a alabar a Dios, ya que de los pecados somos salvados por Él", destacó.
Francisco aseguró que Dios no "apalea" a los fieles en el confesionario, sino que con "ternura los perdona", y que si el fiel vuelve a pecar y vuelve a confesarse, allí está Dios dispuesto siempre a perdonar.
Desde que fue elegido papa, el argentino Jorge Mario Bergoglio oficia todos días misa en la capilla de la residencia de Santa Marta, a la que asisten, entre otros, cardenales, obispos, miembros de la Curia Romana, funcionarios del Governatorato (ente que gobierna el Estado de la Ciudad del Vaticano) e invitados.
A la misa de hoy asistieron empleados del APSA, el ente que se encarga de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, varias religiosas, el cardenal Domenica Calcagno, presidente del APSA, y el arzobispo Francesco Gioia, presidente del ente que se encarga de peregrinaciones religiosas "Peregrinatio al Petri Sedem".
efe