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sábado, 16 de marzo de 2013

El santo padre y San Francisco de Asís

Hemos recibido con agrado la buena noticia de que al fin nuestra Iglesia Católica cuenta con un nuevo Papa, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, El Santo Padre Francisco. Esto sirve de gozo y gran alegría para los 1,200 millones de feligreses en el mundo que nos sentíamos por la falta del Santo Padre, luego de la renuncia del Papa Benedicto XVl el pasado mes de febrero.
Hemos leído y escuchado detenidamente a todos los medios de comunicación difundir la noticia de que por primera vez tenemos un Papa que pertenece a la región, El Santo Padre Fracisco, que su edad son 75 años y que es el número 266 de la Iglesia Católica.
Lo más importante ahora y sobre lo que quiero profundizar es sobre su procedencia humilde, y de su parecido con mi Santo preferido de la Iglesia, San Francisco de Asís, esperando que América Latina y el mundo sepa que no solo es una persona que encenderá los motores de la Iglesia Católica, sino que hará el trabajo que aprendió de Jesucristo y de San Francisco de asís.
Claro, no puedo continuar éste artículo sin recordarle que mi candidato preferido era el criollito, mi cardenal Monseñor Nicolás de Jesús López Rodríguez, el cual posee suficiente experiencia y talento para dirigir la Santa Sede y realizar el trabajo que en estos momentos ameritan los acontecimientos.
Para que vean que tienen un gran parecido y lo referente a la humildad de mi libro intitulado Devocionario Oración en Familia, voy a traerle la vida y obra de San Francisco de Asis, cuya vida es similar a la de El Santo Papa Francisco.
Genealogía de San Francisco de Asís:
Nació en Asis (Italia) en 1182. Su madre se llamaba Pica y fue sumamente estimada por él durante toda su vida. Su padre era Pedro Bernardote. Un hombre muy admirador y amigo de Francia, razón por la cual le puso el nombre de Francisco, que significa: “el pequeño francesito”.
Tenía veinte años cuando hubo una guerra entre Asís y la ciudad de Perugia. Francisco salió a combatir por su ciudad y cayó prisionero de los enemigos . Estuvo un año en prisión, tiempo que él aprovechó para meditar y pensar seriamente en la vida. Al salir de allí, se incorporó otra vez al ejército de su ciudad, y se fue a combatir a los enemigos. Se compró una armadura sumamente elegante y el mejor caballo que encontró. Pero por el camino se le presentó un pobre militar que no tenía con que comprar armadura ni caballería, y Francisco conmovido, le regaló todo su lujoso equipo militar. Esa noche en sueños sintió que le presentaban en cambio de lo que él había obsequiado, unas armaduras mejores para enfrentarse a los enemigos del espíritu.
Francisco no llegó al campo de batalla porque enfermó y en plena enfermedad oyó que una voz del cielo le decía: “Por que dedicarse a servir a los jornaleros, en vez de consagrarse a servir al Jefe Supremo de todos?” Entonces se volvió a su ciudad, pero ya no a divertirse y a parrandear sino a meditar en serio acerca de su futuro.
La gente al verlo tan silencioso y meditabundo comentaba que Francisco probablemente estaba enamorado. El comentaba : “Si, estoy enamorado y es de la novia más fiel y más pura santificadora que existe”. Los demás no sabían de quien se trataba , pero él si sabía muy bien de quien se trataba., enamorado de la pobreza, o sea de una manera de vivir que fuera lo más parecida posible al modo totalmente pobre que vivió Jesús. Y se fue convencido de que debía de vender todos sus bienes y darlos a los pobres.
Un día, rezando ante un crucifijo en la iglesia de San Damián, le pareció oir que Cristo le decía tres veces: “Francisco, tienes que reparar mi casa, porque está en ruina.
El creyó que Jesús le mandaba arreglar las paredes de la iglesia de San Damián, que estaban muy deterioradas, y se fue a su casa y vendió su caballo y una buena cantidad de telas del almacén de su padre y le trajo dinero al Padre Capellán de San Damián, pidiéndole que lo dejara quedarse allí ayudándole a reparar esa construcción que estaba en ruina.
El Sacerdote le dijo que aceptaba el quedarse allí , pero que el dinero no se lo aceptaba (le tenía temor a la dura reacción que iba a tener su padre, (Pedro Bernardote) .Francisco dejó el dinero en una ventana, y al saber que su padre enfurecido venía a castigarlo, se escondió prudentemente.
Pedro Bernardote demandó a su hijo Francisco ante el Obispo declarando que lo desheredaba y que tenía que devolverle el dinero conseguido con las telas que había vendido. El prelado devolvió el dinero al airado padre y Francisco, despojándose de su camisa, de su saco y de su manto, los entregó a su padre diciéndole: Hasta ahora he sido el hijo de Pedro Bernardote. De hoy en adelante podré decir: Padre Nuestro que está en los cielos.
El Sr. Obispo le regaló el vestido de uno de sus trabajadores del campo: una sencilla túnica, de tela ordinaria, amarrada en la cintura con un cordón. Francisco trazó una cruz con tiza, sobre su nueva túnica, y con ésta vestía y pasará el resto de su vida. Ese será el hábito de sus religiosos después: el vestido de un campesino pobre, de un sencillo obrero.
La Porciúncula es un nombre queridísimo para los franciscanos de todo el mundo, porque en la capilla así llamada, fue donde Francisco inició su comunidad; Porciúncula significa “pequeño tereno”. Era una finquita con una capillita en ruina, situada a 4 kilómetros de Asis. Los Padres Benedictinos le dieron permiso de irse a vivir allá, y a nuestro Santo le agradaba el sitio por lo pacífico y solitario y porque la capilla estaba dedicada a la Santísima Virgen.
En la misa de la fiesta del apóstol San Matías, el cielo le mostró lo que esperaba de él. Fue mediante el Evangelio que correspondía a tal fecha y, que dice así: “ Vayan a proclamar que el Reino de los cielos está cerca. O lleven dinero ni sandalia, ni doble vestidos para cambiarse. Gratis han recibido, den también gratuitamente”. Francisco tomó esto al pie de la letra y se puso a dedicarse al apostolado, pero en medio de la pobreza más estricta.
El primero que se unió en su vida de apostolado fue Bernardo dee Quintavalle, un rico comerciante de Asis, el cual invitaba con frecuencia a Francisco a su casa y por la noche se hacia el dormido, para ver al Santo cuando se levantaba y empleaba muchas horas dedicado a la oración repitiéndo : mi Dios y mi todo.
Le pidió que lo admitiera como su discipulo, vendió todos sus bienes y los dio a los pobres y se fue a acompañarlo a la Porciúncula. El segundocompañero fue Pedro de Cattaneo canónico de la catedral de Asis y posteriormente llegaría Fray Gil, celebre por su sencilles.
Cuando ya Francisco contaba 12 compañeros, viajaron a Roma para solicitar al Papa la aprobación para sy comunidad . Viajaron a pie , cantando y rezando, llenos de felicidad y viviendo de las limosnas que la gente les daba.
Dicen que Inocencio 111 vio en sueños que la iglesia de Roma estaba a punto de derrumbarse y que aparecían dons hombres a ponerle el hombro e impedir que se derrumbara . Uno de ellos era San Francisco de , y el otro, Santo Domingo, fundador de los dominicos. Desde entonces el Papa se propuso aprobar estas comunidades.
Posteriormente aparece Clara, una joven muy santa de Asis, quien entusiasmo por esa vida de pobreza, oración y santa alegría que llevaban los seguidores de Francisco, esto la lleva a abandonar a su familia para hacerse monja según su sabia dirección . Con Santa Clara fundó el las Hermanas Clarisas, que tienen hoy conventos en todo el mundo.
Francisco tenía rara cualidad de hacerse querer de los animales; las golondrinas le seguían en bandadas y formaban una cruz, por encima de donde predicaba.
Los seguidores de Francisco llegaron a ser tan numerosos , que en el año 1219, en una reuni´`on general llamado “El Capitulo de las Esteras”, se reunieron en Asís más de cinco mil franciscanos.
San Francisco, que era un verdadero poeta y le encantaba recorrer los campos cantando bellas canciones , compuso un himno a las criaturas, en el cual alaba a Dios por el sol, la luna , la tierra, las estrellas, el fuego y el viento, el agua y la vegetación. Alabado sea mi Señor por el hermano sol y la madre tierra, y por los que saben perdonar.
Cuando tenía 44 años sintió que llegaba a la hora de partir a la eternidad. Dejaba fundada la Comunidad de Franciscanos, y la Hermanas Clarisas.
Con esto contribuyó enormemennte a enfervorizar la Iglesia Católica y a extender la religión de Cristo por todos los países del mundo. Los seguidores de San Francisco(franciscanos, capuchinos, clarisas) son los grupos religiosos más numerosos que existen en la Iglesia Católica.
El 3 de octubre del 1226, acostado en el duro suelo, cubierto de un hábito que le habían prestado de limosna , y pidiendo a sus seguidores que se amedn siempre como Cristo los ha amado, muruó como había vivido: lleno de alegría, de paz y de amor a Dios.
Cuando a penas habían transcurrido dos años después de su muerte, el Sumo Pontífice lo declaró Santo y en todos los paises de la tierra se venera y se admira a este hombre sencillo y bueno, que pasó por el mundo enseñando a amar la naturales y a vivir desprendido de los bienes materiales y enamorados de Nuestro Buen Dios.
Fue él quien popularizó la costumbre de hacer pesebres para navidad.
Oraciones de San Francisco de Asis:
Señor, Hazme instrumento de tu paz,donde haya odio, siempre amor, donde haya injuria, perdón; donde haya duda, fe.
Donde haya sobras, luz. Donde haya tristeza, alegría. ¡Oh Divino Maestro. Con´cedeme que no busque ser consolado, sino consolar.Que no busque ser comprendido, sino comprender. Que no busque ser amadado, sino amar. Porque dando es como recibimos. Perdonando es como Tu nos perdonas. Y muriendo en Ti es como nacemos a la vida eterna.
También: El Señor te bendiga y te guarde, El Señor haga resplandecer Su Rostro sobre ti. Y te conceda lo que pidas. Vuelva hacía ti Su Rostro y te de la paz. Amén.
El autor es periodista Católico
Autor: LIC. JOSE GUERRERO M.