Representantes de EEUU, Chile, Alemania, Italia y Francia se mostraron impactados por la decisión de Benedicto XVI, pero consideraron que su renuncia es "altamente respetable"
"Estoy muy turbado por esta noticia inesperada", reconoció el saliente primer ministro italiano, Mario Monti, al ser consultado acerca de la sorpresiva decisión de Benedicto XVI de renunciar a su puesto como Papa.
En tanto, el presidente francés François Hollande consideró que se trata de una "decisión humana y una voluntad que debe ser respetada". "No tengo comentarios particulares que hacer sobre esta decisión, que es altamente respetable", sostuvo.
La canciller alemana, Angela Merkel, expresó en tanto su "más profundo respeto" por la decisión de Benedicto XVI, a quien calificó de "uno de los más importantes pensadores religiosos de nuestro tiempos".
"Benedicto XVI tomó su decisión por el bien de su Iglesia y de las personas que la integran", dijo Merkel, quien elogió el diálogo entre las Iglesias impulsado por Benedicto, así como de la Iglesia católica con judíos y musulmanes.
La mandataria alemana fue crítica en el pasado con su compatriota Joseph Ratzinger. En 2009, Merkel exigió al Vaticano explicaciones por haber revocado la excomunión a cuatro obispos de la hermandad de San Pío, incluido el obispo Richard Williamson, un negador del Holocausto.
El presidente Barack Obama ofreció su apreciación y plegarias en nombre de todos los estadounidenses al papa Benedicto XVI. "Michelle y yo deseamos expresar nuestra apreciación y plegarias a su santidad Benedicto XVI", dijo Obama en una declaración escrita, en la que señaló que su esposa guarda un cálido recuerdo de su reunión con el Papa en 2009.
"La renuncia del papa Benedicto XVI es un acto de coraje y también de consecuencia", dijo el mandatario chileno, Sebastián Piñera, a medios locales desde Lago Ranco, unos 800 km al sur de Santiago, donde pasa sus vacaciones.
"Para conducir la Iglesia se requiere estar en total y completo dominio de todas sus facultades", por lo que "si él siente que por su edad o por su salud no está capacitado para dirigir y toma la decisión de renunciar, es un acto de coraje y de consecuencia que yo aprecio y valoro", insistió.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó el "gran respeto" que siente por Benedicto XVI por "su trabajo en favor del diálogo interreligioso y otros retos globales".