LOS ANGELES.— Jenni Rivera fue despedida como toda una reina. Cerca de 7 mil personas le dieron el adiós con una lluvia de mariposas de papel durante el funeral público que su familia brindó antes de la ceremonia privada.
Todo sucedió en el Anfiteatro Gibson de los Estudios Universal de Hollywood, uno de los lugares preferidos de la artista.
Ahí, la familia vistió de blanco para honrar a la cantante, con excepción de Doña Rosa, quien optó por el color rojo, el preferido de su hija fallecida el 9 de diciembre en un accidente de avión.
Joan Sebastián, Kate del Castillo, Angélica Vale, Marco Antonio Solís, Olga Tañón, Edward James Olmos, Lou Diamond Phillips y Ana Gabriel hicieron acto de presencia. "Qué fortaleza tiene la familia, mis respetos", dijo Vale, "el funeral estuvo muy bonito, lleno de mucha paz".
En la ceremonia, la cual denominaron una graduación al cielo de Jenni, tanto hermanos como los papás de la cantante le dedicaron entre lágrimas algunas palabras.
"Estoy orgulloso de ser tu padre, mija", señaló don Pedro Rivera, "siempre te voy a querer, te llevaré en mi corazón".
El papá de la cantante le dedicó el corrido “La Diva de la Banda”, que escribió hace varios años; Lupillo Rivera también lloró en la ceremonia al recordar a su hermana. "He cantado en varios escenarios y siempre me pongo nervioso", expresó, "pero esta vez es la más difícil, gracias por ser mi hermana".
Los hijos de Jenni: Chiquis, Michael, Johnny, Jenika y Jackie, de igual forma le dedicaron algunas palabras: "Quiero que te sientas orgullosa de mí", dijo Jackie, "voy a hacer que así sea, te amo mamá".
El discurso más conmovedor del evento fue el que pronunció el pequeño Johnny, de 11 años, el hijo menor de la artista y quien hace tres años perdió a su papá. "Es realmente un honor decir que Jenni Rivera, de la que todo mundo habla, es mi mamá", expresó.
Otro momento emotivo fue cuando su hijo Michael pidió 27 segundos de silencio en honor a los 27 fallecidos en Connecticut, el viernes pasado, en un tiroteo.
Dona Rosa Saavedra, madre de la cantante, reconoció que extrañará a su hija, pero que está en paz porque sabe que está en manos de Dios.
Ana Gabriel y Olga Tañón le dedicaron un tema en el escenario a su gran amiga, mientras se proyectaban imágenes de sus conciertos, de su altruismo y de su vida.
Fue una "graduación" muy emotiva que dobló hasta el más fuerte. Los restos de la cantante descansarán en el cementerio All Souls, de Long Beach.