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domingo, 30 de septiembre de 2012

Siria: la comunidad internacional teme la división

Si bien desde el inicio del conflicto político y social, que azota al país desde marzo del año pasado, se había señalado el riesgo de que Siria quedara dividida entre el Gobierno y los rebeldes, la toma del poder a manos de la insurgencia en distintos puntos del territorio acrecienta los temores de la comunidad internacional.

Los observadores afirman que la eventual partición de Siria podría traer desórdenes, tanto a nivel nacional, como regional y mundial. Según indican la fragmentación territorial ya comenzó, debido a que el mandatario Bashar Al Assad dejó distintas zonas liberadas al retirar su poder por completo.

Al norte del país, cerca de la frontera con Turquía, y al sur, lindando con Jordania, más de 700 mil personas se autoadministran bajo mando y protección exclusivos de la oposición armada, de acuerdo con fuentes francesas. También habría dos millones de kurdos en el norte y noreste de Siria que buscarían organizarse para obtener la históricamente buscada independencia.

"El ejército sirio lo permite. El régimen no tiene los medios para controlar esas regiones. También se sabe que los kurdos están muy en contra del opositor Ejército Libre Sirio, son una carta a su favor”, sostuvo Fabrice Balanche, profesor de la Universidad de Lyon II, en Francia, según cita la agencia de noticias AFP.

Alrededor de un millón de kurdos también viven en Damasco y Alepo. Asimismo, en el interior del país conviven unas 700 mil personas pertenecientes a la minoría drusa, que para Balanche podrían verse impulsada a la creación de un territorio-refugio autónomo en el sur de Siria. La minoría alauita, a la que pertenece Al Assad, buscaría resguardo en el bastión cercano a la ciudad de Homs.

Al respecto, el especialista francés en Medio Oriente y el Mediterráneo agregó que el proceso de partición “no es ineluctable, pero si Bashar cae, es evidente que los alauitas se atrincherarán en su bastión", ubicado en la costa este y que algunos cristianos (10% de la población) también se refugiarán allí.



Además del riesgo de la segregación, tanto Balanche como el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, advierten de una mayor influencia de los Gobiernos ruso e iraní. "Si las cosas siguen como están hay un riesgo de partición de Siria, lo que sería un drama, con una parte que sería una Siria casi iraní. En el contexto de una región ya muy dividida es una garantía de conflictos futuros", aseguró el diplomático en diálogo con la AFP.

“Se contentarán con mantener a los alauitas, a los que apoyan, en esta porción del territorio costero donde Moscú tiene, en Tartus, su única base en el Mediterráneo”, dijo, por su parte, el académico. Según calificó, una situación semejante causaría una “caja de Pandora de la fragmentación”, con peligros en la región.

En caso de que esto sucediera así, para Karim Emile Bitar, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicos, el repliegue de Bashar al Asad no se sostendría a largo plazo. Un mini Estado alauita, según él, no sería autónomo económicamente, no tendría el reconocimiento internacional y "la homogeneidad comunitaria se aseguraría a través de un algún tipo de limpieza o desplazamiento de poblaciones que sería muy trágico".

"Incluso los rusos vacilarían. Irán también necesita una Siria entera como aliado" y un enclave alauita "no sería favorecido por Teherán", remarcó. El investigador del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, Philippe Moreau Defarges, disintió con las opiniones: “El riesgo en Siria no es en absoluto la partición, sino más bien, desgraciadamente, el empantanamiento con mucha más sangre todavía”.




Bombardeos en Alepo, asaltos en Damasco

Las dos principales ciudades de Siria se vieron afectadas desde el domingo por la mañana. Los reportes del Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicaron que Alepo fue bombardeada desde temprano, después de que se registraran combates nocturnos con los rebeldes.

Durante la noche, violentos combates opusieron a soldados y opositores en la provincia de Alepo, en particular cerca del aeropuerto militar de al Nairab, donde dos helicópteros resultaron dañados, según la misma fuente.

En la provincia de Damasco, los soldados atacaron Harasta, con el apoyo de la aviación, y llevaron a cabo allanamientos en los que detuvieron a numerosos habitantes en Zabadani, precisó el OSDH, que se basa en una red de militantes y testigos.

Creditos; Reuter e Infobae.