Ella ha demostrado que en este medio el relevo se puede dar si se entrega un trabajo digno de respeto y admiración, que la hagan portadora del sitial que ya han ocupado otras grandes figuras de la comunicación criolla.
Miralba explicó que luego de estar 14 años sin parar en la televisión local, en los que produjo cinco proyectos de temporada, condujo cinco programas de televisión, dos obras de teatro y un programa semanal, ya se hacía necesario que parara un poco.
En espera de otro hijo
Concentrada hoy en la espera de su segundo hijo, y en algunos proyectos familiares, Ruiz confiesa que su salida de la televisión y la llegada de un nuevo hijo fue planeado, aunque admite que el bebé llegó más rápido que de lo esperado.
Ahora que tiene la oportunidad de estar en su casa con el “control en la mano”, Miralba siente que la televisión sigue siendo la misma, en donde hay que hacer magia con los presupuestos. “Sigo pensando que necesitamos leyes que nos guíen en la televisión. Anda todo revuelto en ese sentido. Debemos legislar, así como se hizo para el naciente cine, para la masiva televisión es necesario”.
La política la seduce, aunque todavía no la conquista, de ahí que la comunicadora asegura que no es inmune a ella, y más porque incide directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.
La política
“La política me pone a pensar en el país que les dejaremos a nuestros hijos y eso es muy importante”, indicó. Ella es de la pocas comunicadoras que han logrado tener una vida personal tranquila, un esposo, una hija, otro en camino y pocos escándalos, pero esto Miralba se lo debe a que tiene un círculo de gente muy leal. “Mi vida personal es igual a la de cualquiera, con sus altas y bajas, lo que pasa es que la prensa no se ha enterado de las épocas de bajas porque mis amigos son muy leales”, agregó. Ahora está en un proceso de exploración de conceptos y contenidos para cuando decida regresar a la televisión, lo que tiene previsto para febrero de 2013. Hace unos meses que Ruiz sacó de la televisión su programa Miralba muy personal”.(El Día/Cristina Liriano)
