Felipe de Jesús Colón Padilla
Cuando hablamos de la Iglesia nos referimos al edificio, o sea al templo; pero la iglesia, es también el pueblo de Dios que peregrina en el mundo, procurando ser testigo del amor de Dios de todo lo creado, y que el hombre solo es un simple administrador de todo lo que hay en la tierra, no el dueño.
En el Antiguo Testamento de la santa Biblia aparece como surgió la necesidad de la construcción de un templo para el Dios de la creación. El rey David tuvo la intención de construir un templo, ya que él vivía en un palacio de lujo, y los israelitas adoraban a Dios en un indigno Tabernáculo hecho de madera y hieles de animales. Pero Dios no se lo permitió, ya que el rey David era un guerrero y había derramado mucha sangre y había combatido en grandes batalla.
“No edificarás un templo en mi honor…pero tendrás un hijo que será un hombre pacífico y le haré vivir en paz con todos los enemigos de alrededor. Su nombre será SALOMON y en sus días concederé PAZ y TRANQUILIDAD a Israel. El edificará un templo en mi honor; será para mí un hijo, y yo seré para él un padre.” (1cron- 22, 1-10). El lugar escogido es exactamente el monte moriah, en el 960 a.C., donde Abrahán iba a sacrificar a su hijo Isaac, allí David construyó un altar. La construcción del templo de Jerusalén fue la obra más importante del reinado de Salomón, su nombre aún perdura en la memoria de su pueblo.
Luego este templo es destruido por el rey babilónico, Nabucodonosor II en 586 a. C., y se construyó un segundo templo bajo el liderazgo de ZOROBABEL, en el año 535 a. C., y el tercer templo fue construido por el rey Herodes, alrededor del 19 a. C. Este inició una masiva renovación y expansión del templo.
La Iglesia naciente, al verse perseguida y amenazada, brutalmente por su fe, tenían que celebrar sus liturgias en la clandestinidad de las catacumbas, casas u otros sitios escondidos. El primer templo católico que se construye es la actual basílica de San Juan de Letrán, en Roma.
Es importante tener un templo para celebrar las liturgias, la catequesis y la evangelización. Aunque el plan de pastoral de la Iglesia dominicana, contempla hoy en día “las casas misión”.
Es un gesto de fe, de amor a Dios, y de generosidad cuando los fieles construyen una iglesia (un templo) para la celebración de los sacramentos que Cristo instituyó, y otras actividades propias la pastoral.
Deja mucho que decir cuando los fieles no se preocupan por tener una iglesia, o si las tienen, lucen abandonadas y descuidadas.
No es justo que nuestra casa doméstica luzca radiante, pero la casa de Dios, o no existe, o si existe, amerita una restauración urgente.
Procuremos que en cada territorio parroquial exista una iglesia digna, y si no tenemos todos los recursos económicos, podemos exigirle a las autoridades municipales y gubernamentales que nos construyan una iglesia para el culto.
Hemos tenido autoridades sensibles, que valoran la importancia de un templo. Ayer fueron el rey Salomón, Zorobabel y Herodes. Y tú como cristiano y creyente, haz tu aporte. Dios te premiará y te bendecirá a ti y a tu familia.