Lincoln López
Benjamín García es un artista, mocano de nacimiento, alternando su residencia con Nueva York y de paso por Santiago de los Caballeros, y es además, un ser humano con “muchísimas” pasiones. Una de ellas es el teatro en donde se ha destacado como actor y director escénico y, en ese maravilloso mundo “de la tablas” nos encontramos y entablamos amistad.
“Cada segundo hay una razón
para hacer de la vida
un milagro”
Su otra pasión es la arquitectura. Profesor universitario de esa otrora rama de la “Bellas Artes”. Sus diseños y obras están esparcidos por la geografía nacional.
El éxito no es una empresa fácil.
Llegar a él implica sacrificios,
sudor, lágrimas y sangre”.
Pienso que le apasiona la televisión, la radio, la prensa escrita, es decir, los medios de comunicación. Recuerdo sus populares cápsulas radiales. Ha producido la agenda alternativa llamada “Para trillar Caminos”. Tiene publicada una libreta de notas “60 días para ser felices”. Además, “Moca Más”.
“En la Pasión por la vida hay una conciencia social.
Una búsqueda del equilibrio, que tal cosa es la justicia.
Liberarnos de los prejuicios. Asimilar el valor de las diferencias.
Este mundo es de todos, incluidos los más desafortunados”.
Tuve el honor de presenta la primera edición de su obra. “Hace unos días puso a circular una nueva entrega de su libro. “” La pasión por la vida”. Su contenido es abundante temáticamente hablando que el interior, pero con la misma calidad y pasión de siempre.
Los textos actuales son menos “capsulados” que los anteriores, por ende, más amplios para argumentar sus conceptos. Tampoco es mi intención restarle méritos a los primeros, porque cuando un texto es breve es “dos veces bueno”.
El contenido de esta edición está dividido en tres capítulos El I Mi pasión. El II Pasión social, y el III Pasión especial. Posee una prosa fresca y limpia, y unas reflexiones bien tratadas, para ser más preciso, contiene 94 pasiones o reflexiones, desde una titulada “El sentido de la vida” pasando por “Entre balas y alas”, “La respuesta a los tiempos difíciles”, y, finalizando el libro con su “Oración”.
Este libro “La pasión de la vida”, es un canto de esperanza. Es “una aventura para vivir”.
“Cada mañana, entonces, me dispongo a aceptar el desafío
y a entregarme a la lucha sin excusas.
colocando cada cosa en su lugar y convencido de que
al final de la jornada, al pasar balance, habré crecido material y espiritualmente”.
Benjamín García es algo más que un “artesano de sueños” como él mismo se autodefine, porque los sueños no son más que sueños. El despierta y armoniza idea y decisión de transitar “sólo por la ruta que tú me indiques”, no importa cual sea, pero siempre caminando inspirado y apasionado por los senderos de la luz.
“Que siempre haya en tu mundo un sueño que velar,
una meta que alcanzar, una ruta a seguir,
una agenda que cumplir, una sombra para descansar,
un desafío que asumir, un lomo para cabalgar.