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sábado, 17 de marzo de 2012

Estudio sugiere usar más la tierra para el desarrollo

Santo Domingo
Para que República Dominicana pueda explotar óptimamente su potencial agropecuario necesita hacer uso cada vez más eficaz de las tierras, del agua y los recursos fiscales dedicados a la agricultura, sostiene un grupo de expertos que formularon una propuesta acogida por la Estrategia Nacional de Desarrollo.

El estudio titulado “Orientaciones estratégicas para la competitividad agroempresarial 2011-2030”, agrega que por igual se requiere “una alianza con el sistema financiero para lograr acuerdos de aprovechamiento del crédito para el agro y asegurar el pago de los financiamientos, así como el desarrollo de acuerdos estratégicos con las universidades y centros de investigación para fortalecer las cadenas productivas”.

Agrega que esa alianza implica una atención especial a la formación del capital humano, así como preparar a los productores para que se articulen con la agroindustria y el mercado de exportación.

“Uno de los principales motores de la estrategia es la productividad del capital humano. La competitividad internacional, la innovación y la adaptación a los efectos adversos del cambio climático demandan habilidades, destrezas y conocimientos nuevos a los agricultores y ganaderos”, señala el estudio realizado por Osmar Benítez, coordinador general; Joaquín Díaz Ortega, Soraya Rib y Braulio Serna Hidalgo.

El estudio fue presentado por Osmar Benítez, vicepresidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), en un acto en el Palacio Nacional, dentro de las actividades conmemorativas del quinto aniversario del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, cuyo titular, Temístocles Montás, tuvo a su cargo la introducción.

Explica que para superar esos retos “se requiere reforzar los conocimientos y el desarrollo de las capacidades, necesarios para incrementar la competitividad y generar mayor valor agregado agroindustrial, forestal y de pesca. Este mayor esfuerzo es necesario porque la población rural dominicana posee una escolaridad promedio de apenas 8.5 años y el analfabetismo rural es elevado”.

Benítez, refiriendo el estudio, precisa que es fundamental atender los problemas de malnutrición en la zona rural, pues en el período 2004-2010 alrededor de una quinta parte de la población tenía una ingesta calórica por debajo del nivel mínimo de energía alimentaria. Del mismo modo, en 2010 cerca de 4% de los niños menores a cinco años poseían un peso menor al esperado.

Efectos
“La desnutrición restringe el desarrollo de las capacidades y potencialidades productivas de la población, reduce la productividad rural y por ende, los ingresos. Una población desnutrida condena el desarrollo de su potencial y no contribuye a la modernización productiva y a la competitividad agropecuaria y agroindustrial”, destaca el estudio.

Con respecto al capital humano, dice que existen estudios en los que se muestra que la pobreza y la desigualdad impiden el desarrollo de cualquier país, porque frenan el crecimiento y complican el abatimiento de la pobreza.

“En países como República Dominicana, que enfrentan una alta desigualdad, este hecho limita la innovación y la productividad. En zonas rurales, 40% de la población más pobre apenas participa en 13% del ingreso. Como la presente estrategia está basada en el aumento de la productividad, la innovación y la mejora del capital humano son necesarias”, indica.

En la estrategia se mencionan diversos criterios orientadores particulares para cada cultivo y producto pecuario, relacionados con medidas público-privadas que conviene adoptar.

ESTRATEGIA AGROEMPRESARIAL
En el estudio, los expertos consideran necesario lograr instituciones públicas eficientes, con menos burocracia en función de empleos improductivos y, muchas veces clientelistas, y en cambio “concentrar el gasto público en servicios prioritarios, sanidad e inocuidad, información de mercados, formación del capital humano y producir más bienes públicos y menos bienes que el sector privado puede hacer mejor”.

Asimismo, plantean robustecer la seguridad jurídica de los derechos de propiedad y que se reconozca la plena propiedad de la tierra de los adjudicatarios de la reforma agraria. “Si esto se alcanza de manera transparente se brindará mayor seguridad jurídica a sus propietarios”, agrega la estrategia agroempresarial presentada ayer en el Palacio Nacional.