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miércoles, 8 de febrero de 2012
Tres mexicanos, cerca de la horca en Malasia
Los hermanos José Regino, Luis y Simón González Villarreal están acusados de narcotráfico. Llevan tres años presos y este miércoles se retoma el juicio en su contra. Sus familiares, humildes, no pueden viajar.
"Estos años han sido muy duros, muy duros", dice sollozando Carmen Villarreal, de 68 años, en una entrevista con el diario mexicano Excélsior. Recibió a los periodistas en su casa de Lomas de Rodriguera, "un cinturón de miseria" (como lo describe el periódico), al norte de Culiacán. "Pos aquí, como dice el dicho, estamos tristes con la situación que tenemos. Estamos pendientes nomás, con pocas esperanzas, ahí estamos esperando", agrega.
Los hermanos José Regino, Luis y Simón González Villarreal, de Culiacán, fueron arrestados junto con un malasio y un singapurense en marzo de 2008 en una fábrica en Johor, estado del sur de Malasia, donde la Policía encontró más de 29 kilogramos de metanfetaminas, con un valor de 15 millones de dólares. Ahora esperan la condena que, de acuerdo con las leyes locales, muy probablemente sea la pena de muerte. En Malasia, el código penal es especialmente duro con los narcos. De hecho, la visa para extranjeros ya advierte que el tráfico de drogas se castiga con la horca.
La madre de los tres presos recuerda la partida de sus hijos a mediados de febrero de 2008. "Ellos no dijeron nada, nomás salieron. Nos dijeron que para el Día de las Madres iban a estar con nosotros, pero nos llegó la noticia de que los habían detenido". Según la Justicia malaya, estarían vinculados al cártel de Sinaloa.
Lo más duro para la familia es la dificultad para saber de ellos. Lejos y en inglés, cada vez es más difícil entender cuando hay novedades. Consuelo Soto, esposa de Luis Alfonso, se comunica con el abogado defensor Kitson Foong a través de un sobrino que tiene en Los Ángeles y que habla inglés.
"Les damos ánimos en las cartas, los regañamos, les decimos que se cuiden, que no se pongan tristes", dice Alejandrina, otra hermana González Villarreal. "Eso es muy drástico, pero dentro de nuestra pobreza, sin hablar inglés, no vamos a dejar solos a nuestros hermanos y vamos a insistir ante Relaciones Exteriores para que los ayude. Muy bien por el presidente que quiera combatir al narco, pero por eso no significa que les van a dar la pena de muerte a mis hermanos", alcanza a decir entre lágrimas.
Según informó Martin Gatelum, vocero de la Procuraduría General de Sinaloa (uno de los estados más violentos del país), los detenidos en Malasia no tienen antecedentes penales en México.