Mons. Munilla ha presidido la Misa Mayor por la festividad de San Sebastián, patrono de la diócesis guipuzcoana. Durante la homilía, el obispo ha recordado la condición de mártir del santo, asegurando que es «connatural a la condición de los discípulos de Jesús, el no encontrar un fácil ‘encaje en el espíritu de este mundo’», y ha advertido de que la gran tentación para los cristianos es la de «ser ‘arrastrados’ y ‘absorbidos’ por el espíritu mundano» y lleguen a «pensar, sentir y actuar, como si Dios no existiese». Además, Mons. Munilla ha vuelto a pedir por la paz y ha manifestado la necesidad de reforzar el papel de las víctimas del terrorismo, cuya memoria no puede ser difuminada.
(Luis F. Pérez/InfoCatólica) El obispo de San Sebastián ha asegurado que “con frecuencia suele entenderse que un cristiano sólo puede ser moderno o progresista, cuando ha asumido íntegramente los postulados de la cultura secularizada. Ser cristiano así, en la práctica, implicaría perder la identidad que nos es propia, hasta el punto de resultar ‘fagocitados por el ambiente”.
“Pero”, ha advertido el prelado, “ése no es el verdadero progresismo, ni la auténtica modernidad. El sentido religioso de la existencia es perfectamente conciliable con los valores positivos que se derivan de un auténtico progreso”.
El obispo ha señalado que “en medio de un laicismo que lo va impregnando todo, derivado de una reacción pendular, es importante que sepamos ‘remar contracorriente’, sin perder la alegría ni la esperanza” y ha constatado que “una cultura que vive como si Dios no existiera, de espaldas a las preguntas sobre el sentido de la vida y el sentido de la muerte, pierde inevitablemente densidad, porque está escamoteando la dimensión trascendente de la vida, que es esencial a la condición humana”.
Adoración en la diócesis de San Sebastián
El prelado donostiarra ha recordado la llegada de “la Adoración permanente del Santísimo Sacramento, que tendrá lugar en la Parroquia de San Martín, en el centro de nuestra ciudad, a partir del próximo Miércoles de Ceniza”.
Don José Ignacio ha afirmado que “este proyecto de Adoración Eucarística, parte de la conciencia que tenemos los cristianos de que nada somos sin la gracia de Dios. ¡Sin la gracia de Dios nuestros esfuerzos y nuestra pastoral resultarían estériles! Y por ello, queremos que este lugar de Adoración Eucarística se convierta en el corazón de la Diócesis; de forma que en él nos unamos ‘todos’ para orar por ‘todos’, especialmente por los más necesitados”.
El primer objetivo para el obispo es “poder contar con suficientes voluntarios para cubrir las horas de apertura del templo de San Martín, con un compromiso de una hora de oración semanal”.
Paz y víctimas de la violencia
Mons. Munilla ha pedido la intercesión de San Sebastián para lograr “la paz definitiva en nuestro pueblo y de forma particular en nuestra ciudad. Queremos recordar muy especialmente a los ausentes, a aquellos que fueron asesinados, y que hoy no pueden estar entre nosotros. Las víctimas deben ocupar un lugar central en el camino hacia la paz y la reconciliación, de forma que no añadamos nuevas injusticias a las ya cometidas. Si su presencia nos resultase ahora ‘embarazosa’ y su palabra ‘extemporánea”, o si tuviésemos la tentación de ‘difuminar’ su memoria; entonces habría razones para poner en cuestión la autenticidad de nuestra apuesta por la paz y por la reconciliación…”
“Las víctimas”, ha asegurado el obispo vasco, “han ejercitado una paciencia inmensa hasta el día de hoy. ¡Qué menos cabe esperar de toda la sociedad que, llegados al punto presente, obremos también nosotros sin precipitaciones, con transparencia y con cohesión…!”
Crisis y parados
Mons. Munilla ha querido acordarse también “de cuantos se han quedado este año sin trabajo, y especialmente de los parados de larga duración. Pido a Dios que dé a quienes tienen responsabilidades legislativas y sociales –sindicatos, empresarios y políticos– la clarividencia para buscar juntos un camino de solución del que nadie quede excluido”.
Además ha pedido a los fieles que apoyen a “Cáritas con especial acento en el momento presente. Es el recurso para cuantos han agotado los demás recursos”.