Dra. Dalin olivo.
Desde tiempos remotos, como en la era de Hipócrates, Esculapio y posteriormente Maimónides, se escribe acerca de la ética médica como un valor universal que rige todo principio en la práctica de la medicina. Sin embargo, los grandes avances científicos y culturales han alterado este concepto.
Actualmente la globalización permite que este valor universal altamente significativo, reconocido y presente en el quehacer médico, pierda vigencia en la práctica, no desde el discurso ni de la retórica institucional.
La pérdida de esa práctica va más allá de las aulas y de los hospitales, incluso trasciende a la medicina propiamente dicha. Como resultado de lo anterior, el profesional de la Medicina se ha quedado atrás en los cambios globalizadores y se ve inmerso, sin querer, en un proceso de cambio alejado de la parte humanista que es tan importante en la relación médico-paciente.
Algunos han ingresado al inevitable período industrial manufacturero que conforma el modelo neoliberal.
Médico vigente. Como producto de este cambio, el médico dejó de ser un galeno interesado en su paciente y en el problema que lo aqueja.
Ahora está más ocupado en introducir la información a una base de datos, en atender de manera sistemática a cierto número de pacientes de acuerdo con las normas establecidas y es raro cuando mira a los ojos a su paciente. En fin, la práctica de la medicina se hasistematizado.
La negación de los aspectos humanos en que incurre este modelo al construir la práctica médica, aún cuando ésta sea reputada de humanista ya que su objeto de trabajo es el SER HUMANO, se encuentra estrechamente vinculada a que la Medicina no ha incorporado en su teoría el concepto de hombre.
En consecuencia, todas las ideas, teorías, hipótesis, estudios, investigaciones y demás se dirigen únicamente al cuerpo biológico, desligándose de lo humano, factor esencial en la vida de toda persona que habita nuestro planeta.
En razón de lo anterior, se hace necesario y urgente analizar el trabajo del médico en el que la prioridad será, entre Otras, rediseñar estrategias, incidir en profundas reformas que fomenten el desarrollo humano, replantear los aspectos éticos y filosóficos de este quehacer, sin olvidar un ordenamiento en sus niveles social, cultural y legal que permitan trascender este noble e importante quehacer humano.
El médico siempre debe tener en presente que la primera manera de aliviar el dolor del enfermo es con el tacto, que este sienta el calor de aquel que tiene el conocimiento científico para ayudarlo a recuperar su salud, pero dentro de este esquema terapéutico alcanza un valor esencial la comunicación o dialogo con el enfermo.
La comunicación al paciente y con el paciente ya no sólo se enmarca dentro de la relación medico-paciente desde un punto de vista ético, sino también legal porque esa comunicación tiene el rango de derecho fundamental, o sea un derecho humano, que todos estamos compelidos a respetar.
La doctora Dalín Olivo es médico cirujano general, ayudante del Departamento de Cirugía General Hospital Taiwán de Azua, República Dominicana. Licda en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), magister en Derecho y Relaciones Internacionales, de la misma universidad; Diplomado en Derecho Internacional Humanitario, Derecho Notarial, Derecho Procesal Penal, diversos estudios en el ámbito internacional sobre la Paz y Manejo de Conflictos. Coordinadora del Bloque de Organizaciones Comunitarias del sector de Herrera, municipio Santo Domingo Oeste. Actualmente forma parte de las ternas para escoger el suplente al Defensor del Pueblo