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domingo, 16 de octubre de 2011

Un ejemplo de la dominicanidad en Estados Unidos


Grand Rapids, Michigan. La pujante comunidad dominicana ha estado en pleno crecimiento en los Estados Unidos, según lo informado por la Oficina del Censo de la Unión Americana en el 2010, llegando alcanzar la cifra de 1.5 millones de quisqueyanos en todo el territorio. Todas las comunidades tienen sus hijos pródigos, categoría que logran alcanzar, como una consecuencia lógica del reconocimiento de sus atributos al servicio de la sociedad. Dentro de ese millón y medio de dominicanos en Estados Unidos, está Danilo Rojas (Lolo) un profesional egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con maestría en economía agrícola en Israel.

En su natal República Dominicana, Rojas laboró en el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA (IICA), ONAPLAN, el IAD y fue asistente personal de la fenecida primera dama Asela Mera de Jorge Blanco, con quien compartió el mismo despacho en el Palacio Nacional.

Lolo, llamado así en honor a su padre, es un monumento a la integridad, humidad y solidaridad. Miles de hispanos conocen de su incuestionable conducta humana, honradez, espíritu progresista y dedicación al desarrollo del pueblo de Grand Rapids, Michigan.

Ha servido a los demás con entusiasmo y acendrada esperanza en su accionar, no es sectario, sino conciliador y promotor del ejercicio decente de la amistad y en su hoja de vida, como amigo, trabajador, profesional y ciudadano, no hay manchas.

Vivió por varios años en Nueva York, siendo taxista la mayoría de ellos, y desde el 2001 está establecido en la tierra del ex presidente estadounidense Gerald Ford, venciendo obstáculos en su camino y en base a las mismas cualidades que les caracterizan, ha forjado una pequeña empresa llamada “Quisqueya Multi Service” donde diariamente ofrece servicios a más de 200 hispanos.

Entre los dominicanos residentes en las ciudades de Grand Rapids, Wyoming y Kentwood, es uno de lo más reconocido, debido a su altruismo hacia mexicanos, guatemaltecos, hondureños, salvadoreños y sus propios compatriotas, entre otras etnias, y se ha ganado un gran espacio entre la población hispana del área, la cual sobrepasa los 50 mil habitantes.

De quienes le visitan a diario en busca de ayuda, asesoramiento, préstamos, llenar formularios de la ciudad, inmigración, income tax y hacer notorizaciones, entre otros servicios, escuchamos palabras de agradecimiento, pues a muchos Lolo no le cobra ni un centavo.

Nunca será mejor de lo que ya es ahora, ni será tampoco nunca menos bueno. Su generosidad, como la de Dios, es ilimitada y en cada amistad deja una estela de bondad y sencillez que es un sello imborrable en el corazón y la mente de quienes le tratan, ya que es un ser humano de grandes cualidades, no solamente para su familia, sino para todo el que lo ha tratado.Los hispanos, los dominicanos en especial, nos sentimos orgullosos y lanzamos un llamado a practicar lo que aconseja la biblia (Sal. 34:14): “Apártate del mal y haz el bien”. ¡Danilo Rojas es un ejemplo y honra de la dominicanidad en Estados Unidos!.