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jueves, 20 de octubre de 2011

La biblia en su hogar


Ven que uso figuras muy humanas, pues tal vez les cueste entender. Hubo un tiempo en que llevaron una vida desordenada e hicieron de sus cuerpos esclavos de la impureza y del desorden; conviértanlos ahora en servidores de la justicia verdadera, para llegar a ser santos.
Cuando eran esclavos del pecado, se sentían muy libres respecto al camino de justicia.
Pero con todas esas cosas de las que ahora se avergüenzan, ¿cuál ha sido el fruto? Al final está la muerte.
Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna.
El pecado paga un salario, y es la muerte. La vida eterna, en cambio, es el don de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Salmo
Sal 1, 1-2; 3; 4; 6


Dichoso el hombre que no va a reuniones de malvados, ni sigue el camino de los pecadores ni se sienta en la junta de burlones, mas le agrada la Ley del Señor y medita su Ley de noche y día.


Es como árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y tiene su follaje siempre verde. Todo lo que él hace le resulta.


No sucede así con los impíos: son como paja llevada por el viento.






Evangelio
Lc 12, 49-53
He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!
Pero también he de recibir un bautismo y ¡qué angustia siento hasta que no se haya cumplido!
¿Creen ustedes que he venido para establecer la paz en la tierra? Les digo que no; más bien he venido a traer división.
Pues de ahora en adelante hasta en una casa de cinco personas habrá división: tres contra dos y dos contra tres.
El padre estará contra del hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra."