El presidente de la Pastoral Penitenciaria declaró que las cárceles del viejo modelo son verdaderos centros de formación de delincuentes.
Fray Arístides Jiménez Richardson declaró que la peor de todas es la cárcel de La Victoria, desde donde alegadamente se cometen actos delictivos a grandes escalas.
Agregó, además que aumentar las penas no contribuirá a frenar los actos delictivos, sino regenerando a los delincuentes que operan desde las cárceles.