La Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), asumiendo su compromiso social de ser espacio para la exposición de ideas que busquen solucionar problemáticas que afecten a la sociedad, inició desde hace varias semanas una ronda de convocatorias para exponer ideas y analizar la problemática de la violencia y la inseguridad ciudadana, temática que al afectar directamente a la juventud ha comprometido la responsabilidad de la Universidad, que como sujeto social, ha decidido compartir sus experiencias, invitando a otras instituciones, profesionales, líderes de opinión, organizaciones populares, gremios, instituciones oficiales y judicialeslas que han ido dando a conocer sus opiniones sin reservas.
El lunes 5 se realizó, en el Aula Magna de UTESA, la segunda convocatoria en la que se leyó la relatoría de la Primera Convocatoria el viernes 26 de septiembre, y se definió la estructura del seminario “VIOLENCIA E INSEGURIDAD: CAUSAS, EFECTOS Y ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN”, jornada de trabajo que incluirá a los estamentos responsables de crear las regulaciones y de aplicarlas, las entidades gubernamentales, judiciales y sociales, cuyo accionar esté vinculado con las ideas expuestas.
Los aspectos puntuales, que se tratarán en el seminario que se realizará el miércoles 5 de octubre en el Gran Teatro del Cibao, serán: El rol de la comunicación social, Las incidencias de los factores sociales, Los componentes legales, El papel de la educación y La seguridad ciudadana.
Los participantes en las dos convocatorias que se han realizado, han contextualizado el análisis de la violencia y la criminalidad en el proceso histórico que se desencadenó en el País a partir de la muerte de Trujillo, esbozando una amplia diversidad de causas y exponiendo sus ideas sobre las posibles vías de solución.
Otro de los muchos aspectos que ha contribuido a la descomposición es el tráfico y consumo de diferentes tipos de drogas, que además ha traído nuevo métodos criminales antes desconocidos en el País, como son el secuestro, ajustes de cuentas, reclamos millonarios y otras modalidades.
Diferentes matices sobre la temática fueron expuestas de manera coincidente sobre la vinculación del problema a conductas anómicas o patológicas que obedecen a los cambios producidos por la descomposición familiar, al vacío intelectual, ideológico y espiritual que exhibe la juventud, a la abierta ignorancia a las leyes existentes por el incumplimiento de las mismas y a la falta de confianza en las Instituciones responsables de aplicarlas.
Profesionales vinculados al poder judicial expusieron lo controversial que podría resultar el doble discurso de quienes representan los sectores que vinculan el índice de la criminalidad con la normativa del Código Procesal Penal, incluyendo a juristas responsables de la aprobación del Código y que a su vez también aprobaron la Constitución vigente, pieza en la que se recoge y se amplían las garantías del Código. Presentaron a su vez estadísticas puntuales sobre la efectividad del mismo y lo compararon con el 76% de los casos que se quedaban proscritos, sin fallo como consecuencia de la aplicación del código anterior. Se hizo hincapié en la corrupción de servidores públicos que no asumen su responsabilidad frente a la obligatoriedad de aplicar con rigor la normativa del mismo.
Se atribuyó el índice de la criminalidad, al sicariato en sus diferentes modalidades dentro del contexto de la globalización, a la falta de personal especializado para combatirla y a la exclusión social que genera la pobreza, y, por ende, a la falta de movilidad social.
Otros aspectos coincidentes sumados a la problemática de la violencia fueron la urgencia de depurar al personal responsable de poner el orden, el papel de los comunicadores, la responsabilidad ética que deben asumir los dueños de medios y los gremios en cuanto a la responsabilidad de velar por los valores y por un ejercicio digno de la profesión
Las múltiples manifestaciones presentadas por los profesionales a modo de afirmaciones, propuestas y sugerencias concluyeron en que es responsabilidad de todos plantear posiciones de acuerdo a criterios científicos, involucrando factores tradicionales y modernos sobre la conducta agresiva que se manifiesta en la sociedad dominicana. Estas posiciones deben implicar el diseño de estrategias que nos permitan fortalecer las instituciones internas como la familia y sus condiciones, la escuela, los medios de comunicación social, de manera que se pueda controlar la conducta agresiva y preservar el respeto a los valores morales.
Estas consideraciones se recogerán en el Seminario que se efectuará el miércoles 5 de octubre, en el Gran Teatro del Cibao.
Uno de los grandes propósitos de las jornadas que se han desarrollado es la de crear un organismo, que en su efecto será una ONG libre y democrática, que permita a través de su estructura diseñar los estratégicos y ejecutar planes y proyectos para la prevención.