Escrito por Julio Vásquez.
Cada verano soy testigo de como mi hijo Julio de Jesús se desplaza de vacaciones al continente europeo para tomar un descanso luego de terminar sus clases en la universidad.
Y yo haciendo esfuerzos para convencerlo de que incluya a la República Dominicana en sus travesias y de esta manera reencontrarse con nuestras raices. Para este año logré mi objetivo y no visitó ninguna ciudad europea, sus vacaciones fueron a nuestro pais. Por desgracia ahora no puedo mirarle a los ojos, ya que mi capricho significó para él, la depceción de ser robado y asaltado de manera cobarde y pendeja por un empleado del Supermercado Olé, en el Distrito Nacional.
Hoy solo le ha quedado un tiket que el empleado le habia entregado para que recogiera sus pertenencias que se encontraban todas en un bulto de su propiedad. Pues nunca aparecieron, ni siquiera sus documentos, mucho menos el dinero en moneda nacional y dolares, ni los aparatos electronicos que sumados llegan a 5.000.00 dolares.
Pero lo peor de todo esto, es, ver que las autoridades se hacen de la vista gorda frente a hechos que en nada benefician al sector turismo.
Los robos y asaltos no solo se realizan en calles y avenidas del pais. Esta modalidad al parecer tiene como complices a ejecutivos del Supermercado Olé y decimos esto ya que nadie de ellos se ha dignado en investigar la denuncia que le formulamos.
Siento que como padre le he fallado a mi hijo al convencerlo de viajar a un pais donde no existe seguridad. Aunque agradezco mucho a Dios que por lo menos regresó con vida.
En cuanto a sus documentos ya se hacen gestiones para conseguirlos nuevamente en Estados Unidos. Lo que ignoramos es el tiempo que tome para cicatrizar las heridas de haber sido robado y asaltado en el pais de su nacimiento, el mismo que no visitaba por una decada. Pena de aquellos que no pueden salir de ese pais.
