Dr. Frank Espino.
Cada día nos sorprendemos en nuestro país de las cosas que uno ve, oye o lee.
Pues es de todos conocidos que por asuntos económicos en gran escala, pero sobre todo, el deseo del dólar, a muchos jóvenes con condiciones atléticas y que puedan llegar a “Grandes Ligas”, se les cambia no sólo la edad, sino hasta el nombre. Y cuando estos son aceptados para jugar en la gran carpa, pues tienen una edad o nombre que no se corresponde, cosa esta; que suena hasta gracioso e inverosímil, que un tajalán de 25 años, solo tiene “16 ó 17 años”. Esto no es correcto, pero hasta podíamos entenderlo, ya que no necesita un título universitario, un exequátur, ser miembro de un gremio profesional.
¡Pero de ahí que pase de peloteros a abogados, deja mucho que desear! Vamos a detenernos a leer el siguiente titular: “JCE detecta 7 mil cédulas falsas en gremio abogados” este titular es muy ilustrativo a lo que nos estamos refiriendo. -“En el escaneo de documentos se ha determinado que más de siete mil cédulas no corresponden a las personas que figuran en el registro”
Esto tiene unas consecuencias más peligrosas que lo que uno percibe. Se debe a que algún momento incurrió el ¡falsedad! ¡Mentiras! ¡Fraudes! En otras palabras todo contaminado con el embuste.
“Presidente de JCE del gremio advirtió: -Que tan pronto concluya la investigación procederá excluir a todos los abogados con documentos falsos y advirtió que algunos podrían ser sometidos a la justicia”
Supóngase usted amigo lector, que confiado en que en algún momento, como pasa en la vida diaria, necesite de una abogado (a) para que pueda defenderlo por determinado delito, y justamente ese “profesional” del que ha solicitado sus servicios, es un ilegal dentro de la profesión. ¿Con qué cara, podrá exculparlo si él, precisamente es el primer inculpado por no tener sus registros legales?
Esto es una alarma más del deterioro profesional, ético y moral, que estamos viviendo los dominicanos. ¡Ya no sabemos en quien confiar! ¡Hay abogados falsos! ¡Médicos falsos e ilegales! ¡Jueces falsos! ¡Policías falsos! ¡Cónsules falsos! ¡Banqueros falsos! ¡Periodistas falsos! ¡Políticos falsos! ¡Comerciantes falsos! ¡Millonarios falsos! lo que si les aseguro es que hay delincuentes reales, drogas reales, robos reales, asaltos reales, muertes reales.
¿Dónde están los mecanismos de control y del ejercicio profesional? ¿Qué están haciendo nuestras universidades? ¿Quién controla la ética, los exequátur? ¿Quién valora los curriculum? ¿A dónde vamos a llegar? ¿Qué libertad de salvajismo es ésta?
Me surge pensar, que si un abogado ganara tanto como los peloteros,(en dólar) no dudaría que los mismos se conviertan de 30, 40, y hasta de 50 años en recién nacidos. Así tendrían menos años, más ganancias. Pero, lo único que se le pondría difícil es la defensa en un estrado, ya que los “niños”, no pueden ejercer.
Después de esa denuncia de tantas cédulas falsas de los profesionales del derecho, me hago la pregunta: ¿A que aspiraban? ¿Abogados o a Peloteros?
El autor es médico.