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lunes, 2 de mayo de 2011
Los 80 años del Empire State Building
"En este importante aniversario, el Empire State Building celebra sus 80 años como símbolo internacional de la innovación y el ingenio", afirmó hoy su propietario, Anthony Malkin, en un comunicado.
Su construcción -con sus 443,2 metros de altura y una antena-pararrayos incluida- sólo requirió 410 días, debido a que en plena Gran Depresión el ritmo de edificación fue de cuatro plantas y media por semana, con siete millones de horas de mano de obra y 40 millones de dólares de inversión.
El edificio, que sería en la ficción el refugio de "King Kong", es reconocido como un icono internacional del desarrollo económico del último siglo. Asimismo, es el mayor comprador de energía totalmente renovable de Nueva York. En sus 80 años más de 230 bodas fueron celebradas en su interior. Inclusive, desde hace más de tres décadas se organiza una carrera que consiste en subir a pie 1.576 de sus escalones lo más rápido posible y que atrae anualmente a atletas profesionales de todo el mundo.
"Tras un proceso de modernización que necesitó de una serie de renovaciones revolucionarias el edificio ofrece experiencias sin precedentes para sus inquilinos y para los millones de personas que visitan sus observatorios cada año", contó Malkin.
Luego de los atentados del 11-S, en el que se destruyeron las Torres Gemelas, el Empire State es uno de los sitios más populares de la ciudad para ver Nueva York desde arriba. En los días más claros la visibilidad desde el observatorio es de 80 kilómetros y desde allí se pueden ver los estados de Connecticut, Massachusetts, Nueva Jersey, Nueva York y Pensilvania.
La tradición de iluminar su zona más alta se transformó en toda una imagen de la ciudad e incluso en algunos casos la elección de los colores para homenajear cierta causa o personalidad fue motivo de polémica, como cuando en agosto su propietario se negó a decorarlo de azul y blanco para conmemorar el centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta. No obstante, el viernes pasado el edificio permaneció iluminado con los colores rojo, blanco y azul de la "Union Jack" para celebrar el enlace real británico