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jueves, 21 de abril de 2011

El papa Benedicto XVI comparó ayer "la angustia" que sufrió Jesús ante la muerte frente a la "tranquilidad" con que Sócrates la encaró.


EFE
Roma
El papa Benedicto XVI comparó ayer "la angustia" que sufrió Jesús ante la muerte frente a la "tranquilidad" con que Sócrates la encaró, según refirió Platón en su día.
Benedicto XVI fue ovacionado por unos 30.000 fieles que llenaban la Plaza de San Pedro, donde dedicó la audiencia de los miércoles a explicar el rito del Triduo Pascual, que comienza hoy con las celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, según la tradición cristiana.

Se puede "admirar a Sócrates, pero los cristianos deben seguir a Jesús", dijo el papa teólogo al profundizar en el rezo de Jesús en el Huerto de Getsemaní antes de que lo prendieran los romanos.

"Si reflexionamos sobre el drama de Getsemaní podemos ver el gran contraste entre el sufrimiento de Jesús y el del gran filósofo Sócrates, que permanece tranquilo", dijo el papa.

"Pero -subrayó- la misión de Jesús era otra, no era la de una indiferencia y libertad total, sino la de cargar en él todo el sufrimiento de la humanidad y abrir así la puertas del Cielo".

El papa teólogo afirmó que "la humillación de Getsemaní es esencial en la misión de Dios".

"El miedo a la muerte es un algo natural, y Jesús todavía más que nosotros siente el abismo del mal, pide que se aleje este cáliz que debe beber pero -añadió-, sigue la voluntad de Dios".

"Hoy -continuó- para muchos es normal oponerse a la voluntad de Dios, sentirse libre sólo si se es autónomo, pero en realidad esta pretensión es errónea, seguir la voluntad de Dios no recorta en nada nuestra libertad, significa sólo querer reconocer la verdad".

Después el Papa explicó los ritos de la Semana Santa y saludó a los peregrinos en nueve lenguas, incluida la española, en la que dio la bienvenida a los fieles llegados de Argentina, Colombia, Ecuador, España y México.

"Que la Virgen María nos enseñe a todos a acompañar en estos días a su Hijo, en los momentos decisivos de su misterio redentor".