Toda acción produce una reacción, y toda decisión por pequeña que sea, trae sus consecuencias buenas o malas y también la violencia intrafamiliar tiene secuelas y efectos que dañan la familia y rompen la armonía de la misma.
El mes pasado, en uno de los tribunales de nuestro país se produjo el hecho de un policía que dio muerte a su esposa, frente a su niña de cinco años, ésta había sido maltratada verbal y físicamente por varios años.
Esa triste decisión de quitarle la vida a su esposa, trajo como resultados dejar a esa niña huérfana, con su pequeña mente trastornada, que tendrá consecuencias para toda la vida.
Es importante destacar que la violencia intrafamiliar ha sido contemplada en las leyes dominicanas y reza de la siguiente manera: “Toda víctima de violencia intrafamiliar tiene derecho a ser protegida a través de la forma que provee la Ley 24-97, que en su artículo 309-6 dispone la protección siguiente: Orden de desalojo del agresor, orden de abstenerse de molestar, intimidar, interdicción de acceso a la residencia del cónyuge, interdicción de acceso a los lugares frecuentados por la víctima, orden de internamiento de la víctima en lugares de acogida, orden indemnizar a la víctima, etc.”
Toda persona que ha sido víctima de violencia intrafamiliar debe conocer sus derechos, a fin de no dejarse violentar más, y además es importante conocer y reflexionar sobre este tipo de problema que está creciendo cada día más en nuestra sociedad.
Existen miles de niños que quedan huérfanos a raíz de estos hechos, sin contar con los daños emocionales que estos acarrean. Dichos resultados señalan la importancia y la urgencia que tienen las familias de ser educadas acerca de los daños que genera este monstruo de la violencia, y es por los motivos antes expuestos que he querido comentar acerca de las consecuencias de la violencia intrafamiliar.
Cuando la víctima es una mujer se presentan en ella los síntomas de baja auto estima, depresión constante, sentimientos encontrados (odia ser agredida, pero cree que le han pegado por su culpa, y que se lo merecía); fracasada como mujer, esposa y madre, temor y pánico; falta de control sobre su vida; se siente incapaz de resolver su situación; cree que nadie le puede ayudar a resolver su problema; se aísla socialmente y se siente responsable por la conducta del agresor.
En cuanto a los niños, en éstos la violencia se multiplica, porque pueden convertirse en los futuros agresores de la sociedad, desertan de las escuelas, comienzan a vincularse con delincuentes y a la vez están propensos a vicios como las drogas y el alcohol y por último suelen manifestar falta de respeto hacia el padre agresor.
En cuanto al agresor(a), tienen que ser juzgado por el hecho delictivo y sancionado por un tribunal con penas de uno (1) a cinco (5) años, y multas de RD$500 a RD$5,000 y la restitución de los bienes destruidos, dañados y ocultados; esto siempre y cuando no haya asesinato. La familia en sí, sufre las consecuencias de este tipo de conducta, porque se desintegra totalmente y se pierde el respeto y el amor entre sus miembros.
Amigo lector, es necesario que seamos multiplicadores de orientación a los hogares que están pasando por este tipo de situaciones y si tu hogar está siendo violentado, te recomiendo que busques ayuda urgente, ya que es un problema de vida o muerte.
Jesús te dice: Venid y estemos a cuentas, si tus pecados fueren como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Mi paz os dejo, mi paz os doy, no como el mundo la da, yo la doy. Recuerda: Después de Dios tu familia debe ser lo más importante. “Ven a Jesús hoy
Autor: MARIA MERCEDES MARTE. Licda. Psicología Clínica