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domingo, 27 de febrero de 2011
No somos nada
No somos nada
Por Bolívar Balcacer
Era muy temprano en la mañana de este sábado cuando sonó mi celular, una llamada del apóstol Salvador Sabino que dejó un mensaje triste "para informarte, que ha partido nuestro amado hermano Ricardo Paredes"
Me consta el espíritu de bien, de humildad, de entrega y de solidaridad de este hombre a quien traté muy poco pero quien me distinguió siempre con un trato amable y firme, un gran compañero que supo darme buenos consejos, pero que un día desapareció de la vista de todos afectado por un cáncer que caminó a la velocidad de un meteoro arrancándonoslo hoy de nuestra presencia.
En los últimos días he visto de cerca, muy de cerca la insensibilidad de mis compañeros, si es que puedo llamarlos así, porque en su afán de lucro y de mercantilismo han perdido toda la razón, para entregarse en cuerpo y alma a la gula del dinero y "el lambonismo".
Me da pena ver como "una manada de zánganos" y de oportunistas se adhieren como la hiedra al ano de Felix Cabrera y en un afán desmedido por subirle el ego al "zar del espectáculo", no reparan en demostrar su falta de pudor y de criterio, me consta que existen ciertos "comunicapillos" que por mil dólares o menos o por simplemente estar cerca de Cabrera, son capaces hasta de quitarse la ropa interior para desnudarse ante el amo en su condición de "masoquistas" y de "plebeyos" que le ha caracterizado por tiempo, prostitutos del lápiz y de la moral, cuatreros de nuevo cuño.
Al recibir la noticia de la muerte de Ricardo Paredes, pienso en la falta de criterio de un Miguel Melenciano, de un Elias Barrera Corporán, del mismo Felix Cabrera que embuido de su grandeza ciclópea no le importa nada más que buscar el oro de maquenna aunque tenga que arrollar todo con su grupo de pedigüeños a los que trata como lo que siempre han sido ratas de cloaca.
Que pena da el CDP de New York, que pena da Acroarte de NY, que pena damos los periodistas y los blogueros dominicanos de la gran manzana, no somos capaces ni siquiera en la hora difícil de la muerte, de meditar en situaciones no solo como la de Ricardo Paredes sino como en los casos de Nelson Rossi y Tomas Peña que murieron los tres en un total abandono por parte de sus amigos y de sus colegas a parte de la dificil situación económica que les tocó vivir, no hay siquiera una caja chica para dispones al menos de unos pesitos para casos extremos, es que somos tan pobres, tan pobres, tan pobres que no damos ni para estiercol.
Hace dos días recibí una llamada de un político neoyorquino con el objetivo de girar a mi nombre un tickets de Avión para ir a una actividad de Mocanos en Miami, le manifesté a ese amigo que no me interesaba participar en la actividad de los mocanos en la ciudad del sol y menos que él dispusiera dinero que no he ganado para mi, pero que el dinero que gastaría en el vuelo de ida y vuelta lo donara vía Fremio López a la causa de Paredes, cuando llamé al día siguiente a Fremio, ese político que se favoreció de las notas de Ricardo nunca mandó el dinero acordado y talvez tampoco sepa hoy que Ricardo ya partió a encontrarse con el divino maestro.
La miseria, la maldita miseria no del bolsillo sino de la mente y del cerebro de algunos seudos comunicadores, nos aísla, nos mantiene turulatos y taciturnos, no tenemos norte, no tenemos brújula, no tenemos futuro, hay decenas de nuestros compañeros que deambulan por las calles de New York convertidos en muertos en vida, periodistas que fueron plumas estelares, pero el ego, la envidia, la traición, el desamor, la falta de pudor y más que eso la falta de criterio, nos ha divorciado de la realidad que vivimos.
Cuando hace unos días se intentó desacreditarnos con un articulo manipulado por terceros, entendimos que había que dejar de lado el criterio patriótico y defensivo de una clase que no tiene memoria ni tiene conceptos, no solo se trató de desacreditarnos, se trató de emitir incluso imagenes manipuladas para ponernos una trampa, a la que nos adelantamos gracias a nuestro vuelo de aguila, eso nos permitió pasar revista a la historia y cambiar la postura y como le dijimos al diestro periodista Miguel Angel Herrera, nada que tenga que ver con el país nos ha de preocupar porque hemos perdido la fe en nuestra nación, en nuestros comunicadores, en nuestros lideres y en nuestra juventud, por lo tanto no hay que mirar hacia esa parte, que cada quien defienda lo suyo como pueda y si con eso se nos acusa de apátrida, pués apátrida seremos.
La muerte de Ricardo Paredes se encaja en una muerte anunciada, pero el abandono a que fue sometido por sus falsos amigos y aliados debe ser el peso histórico que recaiga sobre los hombros de los oportunistas, chantajistas, lambones y tumba polvos que cual ramera callejera se venden al mejor postor y como parásitos no son más que lumpenes que quieren vivir la vida alegre sin dar un golpe ni de tambora.
Algunos saldrán en unos dias o en algunas horas diciendo que se hicieron colectas en el Consulado y que se te ayudó, pero esa es la razon de la inventiva que tu conociste muy bien en ellos, solo me resta decirte soldado de la vida, Vete en paz Ricardo Paredes que a fin de cuentas, la vida es polvo la vida es viento.
Hasta nuestro próximo comentario