Jaclin Campos
Santo Domingo
El trabajo con víctimas puede marcar emocionalmente a quienes lo realizan. “No hay forma de que no te marque”, expresa la psicóloga clínica Evelin González.
A ella, sin embargo, la misma experiencia le ha enseñado a aceptar que la mujer es la protagonista de su propio proceso y que el terapeuta es un acompañante.
“No vas delante de ella – comenta González– porque no eres la que tomas decisiones, ni vas detrás porque tampoco empujas; vas al lado de ella”.
Para la abogada Marleny Campusano, el profesional que asesora a las víctimas de violencia machista debe cuidarse a fin de evitar las consecuencias emocionales de los casos.
“Uno está de forma constante en contacto con muchas situaciones muy trágicas que en determinados momentos te pueden llegar a deprimir o poner de mal humor”, explica.
La experiencia, por otro lado, resulta enriquecedora. Especialmente cuando la mujer supera el ciclo de violencia.
González expresa: “No hay forma de agradecerles que nos den la oportunidad de conocer sus victorias y a través de sus victorias hacernos trascender”.
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