Santo Domingo
La zanahoria fue conocida por romanos y griegos, ya que existen varias pinturas de la antigüedad en las que aparece junto a otras hortalizas; además, algunos libros de cocina romanos la mencionan como uno de los alimentos que se degustaban con especias y vino caliente.
En la Edad Media se cultivaban de distintas variedades; morada, blanca y amarilla. No fue sino hasta el siglo XVII que los horticultores de los Países Bajos, principalmente los de Holanda, empezaron a cultivar las zanahorias anaranjadas.
Es actualmente una especie que se siembra en todo el mundo. China, Estados Unidos, Rusia, Polonia y el Reino Unido son los principales productores, sin olvidar que en República Dominicana la tenemos al alcance todo el año, debido a la diversidad y riqueza de su tierra.
Tradicionalmente, el consumo de zanahoria se asocia con una buena visión, lo cual se entiende al saber que contiene vitamina A (uno de los componentes del pigmento de la retina); también es rica en betacaroteno.
La fama restauradora de la zanahoria se debe a su alto poder nutritivo, ya que además de la vitamina A, es rica en vitaminas B y C, minerales, hierro, calcio, potasio y sodio, que en un coctel explosivo, la convierten en eficaz remedio para afecciones digestivas de diversa índole, cuadros de tuberculosis o neumonía, además de ser buena ayuda para limpiar el hígado.
Pero eso no es todo, también sirve para la generación y conservación de la capa del tejido exterior de la piel, mucosa, y es indispensable para el crecimiento normal. Los investigadores opinan, además, que ayuda a disminuir el riesgo de contraer cáncer de pulmón, esófago y estómago, gracias a su contenido en fibra, asegurando la función reguladora del intestino. La zanahoria es con frecuencia el primer alimento que se introduce en la dieta del bebé, y normalmente es bien aceptado por el pequeño dado su sabor ligeramente dulce.
Arsenal de virtudes
En 1960 los científicos descubrieron y aislaron en la zanahoria un principio activo, la daucarina, capaz de dilatar (ensanchar) los vasos sanguíneos y protege contra enfermedades arteriales y cardíacas. Se comprobó que incrementa el número de glóbulos rojos, y cuenta con elementos antioxidantes (que retardan el envejecimiento de las células).
Algunas ventajas más:
ï Estimula el apetito.
ï Su efecto diurético colabora a disminuir la retención de líquidos y ayuda en el alivio de cistitis (inflamación de la vejiga), artritis (inflamación de una o varias articulaciones), gota (inflamación de las articulaciones debido a acumulación de ácido úrico en sangre).
ï Previene la formación de cálculos (piedras) renales.
ï Su consumo diario puede rebajar el nivel de colesterol 10%.
ï Puede reducir flatulencia, infecciones intestinales y hemorroides.
ï En su uso externo, cruda o rallada, puede usarse como cataplasma (sustancia blanda que se aplica sobre la piel) antiséptica en curación de heridas, venas con várices, quemaduras y abscesos.