NUEVA YORK._ Xiu Ming Li de 52 años de edad, repartía como de costumbre, volantes con el menú de su restaurante chino “Jing” situado en Brooklyn, cuando entró al patio cercado de una casa. De allí salió con profusas heridas en ambas piernas, los brazos y la cabeza y un pedazo menos del óvulo de una de sus orejas. Sus heridas, fueron el resultado de un encuentro no deseado con tres fieros perros pit bull que estaban sueltos en el patio de la vivienda en el sector de Flatbush. El hecho sucedió a pesar de que en la puerta de entrada al patio hay un letrero de buen tamaño que advierte sobre los perros, pero el negociante chino no habla, entiende ni lee inglés, por lo que no supo lo que le esperaba.
“Mi padre pudo haber perdido su vida”, le dijo a un tabloide local Li Shih Ru de 26 años de edad e hija del negociante oriental. Explicó que varios trozos de carne del cuerpo de su papá se habían desprendido a causa de las mordidas de los perros como hombres.
Los canes son propiedad de Samantha Sing y tienen tres años de edad. El chino fue ingresado al hospital Kings County donde tuvo que ser operado ayer domingo en la noche. La policía se llevó a los perros y uno de ellos, llamado “Joe” murió de un ataque cardíaco presuntamente conmocionado por el ataque.
Los otros dos siguen en custodia en el Centro de Control de Animales en Brooklyn. La dueña de los pit bull respondió que los animales son sus “hijos” y vinieron de la misma madre. “El cuatro de noviembre iban a cumplir cuatro años”.
La hija de la víctima que se enfrentó en una agria discusión a la dueña de los perros explicó que su padre llegó a los Estados Unidos hace 26 años, pero se concentrado en trabajar muy duro para que ella y un hermano puedan estar en la universidad, por lo que nunca se ha dedicado a estudiar el idioma anglófono