Ley de Policía Judicial

Por Wilfredo Mora
El autor es criminólogo y perito forense*



La Sociedad Dominicana de Criminología, que me honro en presidir, pide al pueblo expresar su alegría, tras la liberación de más de 40 internos a iniciativa de la Iglesia Católica, lo que puede interpretarse como esfuerzo “no muy desmesurado”, la verdad es que se quedaron muchos reclusos de la categoría cumplido-definitivos pendientes sólo de las multas; sin embargo, no podemos permitirnos un esquema de una Justicia-Poder, sino que debe ser, una mera Administración.



Puede ser muy peligroso que desde lo exterior se liberen reclusos, porque puede ser una señal “a futuro” de cómo funcionará el sistema penitenciario dominicano. La pena de prisión no es un asunto de “Misericordia”, sino de “Legalidad”. No de la Iglesia, sino de los Jueces de Ejecución y de sus funcionarios penitenciarios.


Estas notas de preocupación las emitimos en el anuncio de presentar en lo próximos días, al nuevo Congreso la novísima propuesta de Ley de Policía Judicial. Nuestra idea de la Policía Judicial es la creación de un nuevo Cuerpo de profesionales y técnicos al frente de la persecución del crimen y la Defensa de la sociedad.


En la actualidad la Policía Científica –una parte, o función importante dentro de la Policía Judicial–, está repartida dentro de tres organismos: PN, INPF e INACF. Y eso es inadmisible, ya que no puede haber tres Policías Científicas. (Para mucha gente el INACIF luce como las oficinas de la Policía Científica, cuyo edificio siempre es inexpugnable ante la vista de sus ciudadanos.)


Las partes que integran el proyecto de Ley de Policía Judicial, comprenden: colocar el órgano de PTJ como organismo principal, la creación de órganos auxiliares de esta PTJ, organización, funcionamiento y atribuciones, dependencia del Ministerio Público, creación de áreas, clasificación de los policías en: judiciales, técnicos y administrativos, su formación, la antigüedad y las normas internas o reglamento, el cual será utilizado para todos y cada uno de los actos de sus actores.


En este contexto, las cárceles nacionales, los establecimientos penitenciarios y los centros de corrección quedarán se convierten en órganos auxiliares de esta PTJ, en relación a los delitos cometidos en el interior de los mismos.


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