Nada parece consternar a la sociedad dominicana en materia de crímenes. En la lejana comunidad de La Meseta, Elías Piña dos jóvenes de 20 y 22 años dieron muerte con sadismo a un padre de dos niñas así como a su fiel amigo, un perro.
Euliano Valdez, de 22 años y Nelson Díaz admitieron que asesinaron al señor Rafael Polanco Tolentino, de 56 años así como a sus hijas Lucía y Luz María Polanco, de 11 y 9 años.
Los dos confesos asesinos, según la Policía Nacional admiten la comisión de los crímenes y aducen que estuvieron poseidos por el "demonio" y borrachos.
El fatídico suceso se produjo el pasado lunes en la comunidad rural de la frontera dominico-haitiana, pero como es normal trascendió ayer cuando la Policía Nacional dio cuenta del mismo.
De un tiempo a esa fecha el país se ha convertido en uno de los más peligrosos del Caribe producto de la descomposición social que acusa la sociedad dominicana conjuntamente con la debilidad judicial.
El ministro de Hacienda Vicente Bengoa dijo que el problema más grande que tienen los dominicanos no es el servicio de electricidad deficiente sino la falta de seguridad ciudadana.
Bengoa dijo con amargura que los dominicanos desde hace un tiempo no pueden transitar libremente por los distintos lugares del pais por temor a ser asaltado o asesinado.
Algunos sectores plantean la necesidad de que la Policìa Nacional , como òrgano garante de la seguridad colectiva sea reestructurado debido a las grandes debilidades que presenta.
Lo mismo se dice del sistema juticial especialmente del Nuevo Còdigo Penal a quien juristas como Marino Vinicio Castillo,acusa de ser responsable de todos los males que presenta el sistema judicial dominicano.
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