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sábado, 3 de julio de 2010

UN MES DEL ATENTADO CRIMINAL CONTRA JORDI

1.- La vida de los seres humanos cambia en un santiamén y, precisamente, la de la familia Veras Rodríguez, se transformó por completo el día 2 de junio a las 6:25 de la mañana cuando un asesino por encargo hizo dos (2) disparos que impactaron la cara de mi hijo José Jordi Veras Rodríguez, sin matarlo, como era el propósito de los agresores, pero afectando su salud, en algunos aspectos de manera irreparable, y sumiéndonos a todos en un estado de horror y consternación del que todavía no salimos.

2.- Hoy se cumple un mes de la tentativa de crimen contra Jordi, y a pesar de las investigaciones policiales y judiciales, los verdaderos responsables de la acción criminal no han sido identificados. No se tiene el expediente sólido que mi familia, la sociedad y yo esperamos.

3.-Mi familia, lo mejor de la sociedad dominicana, y la de Santiago en particular, aspiran a que el atentado criminal contra Jordi sea debidamente aclarado sin importar el organismo policial o judicial, o la alta o baja investidura de quien logre descubrir a los responsables. El protagonismo frívolo no puede estar por encima del dolor de una familia y del ultraje de que ha sido objeto toda la sociedad dominicana.

4.- En el caso de Jordi está de por medio la sangre de mi hijo, la inocencia atropellada de mis pequeños nietos, la angustia, el dolor, el sufrimiento, la aflicción de toda nuestra familia que se siente herida, ofendida, agraviada, y con ella, todo lo mejor y sano del país.

5.- La familia Veras Rodríguez ha sido totalmente abierta con los investigadores, colaborando con las autoridades en todo lo que ha estado a nuestro alcance, facilitando toda información, para que ellos hagan su trabajo y establezcan los hechos tal y como ocurrieron. No tenemos acusados, ni tesis, ni móviles preferidos. No solo queremos, sino que con todo respeto, pero también con toda energía, exigimos resultados fidedignos y justicia real. Nada más.

6.- Con el atentado criminal contra Jordi, se ha pretendido arrodillar a los hombres y mujeres decentes del país, afianzando un ambiente de total inseguridad en el que da la impresión de que todos estamos a merced de cualquier escoria con dinero y sin escrúpulos para pagar las tarifas de los sicarios y tenerlos a su servicio. No solo por este caso que me afecta particularmente, sino por el bien de todos, sinceramente espero que el Presidente Leonel Fernández, el gobierno y las autoridades en general, tengan una idea de los derroteros por los que se está encausando nuestro país con la explosión del sicariato y la impunidad de sus contratistas.
Dr. Ramón Antonio Veras
Santiago de los Caballeros
ramonveras25@yahoo.com

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