La destacada activista dominico boricua y ex comisionada de Derechos Humanos de la ciudad, Sara Vidal, murió la noche del domingo en su hogar de Nueva York de causas no especificadas, aunque desde hacía muchos años padecía de diabetes. Rachel Vidal, hermana de Sara, confirmó la información a este reportero ayer tarde, destacando los aportes a las comunidades latinas que por 25 años, hizo la fallecida, quien además de haber ocupado diversas posiciones en instituciones estatales y municipales, desarrolló una larga trayectoria de defensa a los intereses latinos y se aferró con pasión a la causa de los dominicanos.
Nació en Bayamón (Puerto Rico) y era hija de padre boricua y madre dominicana y llegó a Estados Unidos en 1952. “Murió en sus sueños la noche de anoche (domingo), muy calmada y pasivamente. No había señales de dolor o sufrimiento en su cara, parecía que estaba durmiendo”, añadió Rachel quien fue a despertar a su hermana y se encontró con lo inesperado.
Dijo que la occisa tenía muchos años con diabetes, pero la mantenía controlada en base a medicamentos y dietas recomendadas por sus médicos. “Antes de acostarse, Sara comió algo que parece que le cayó mal y el sábado había vomitado mientras estaba con una amiga fuera del estado”.
Rachel relató que la última vez que habló con Sara fue la misma noche de la muerte, entre 9:00 y 10:00 y estaba descansando. “La familia tiene mucho orgullo por la vida de Sara que fue ejemplar y excepcional, llevando una vida de entrega a la comunidad. Buena hija y excelente hermana”, describió.
La difunta no tenía hijos y Rachel reiteró que dio su vida completa por la mejoría de otros. “Ella pasó de su cama a los brazos del Señor y agradecemos a Dios por el trabajo de Sara a todos los niveles”.
Anunció que entre miércoles y jueves de esta semana, el velatorio se realizará en la funeraria Ortiz de la calle 190 y avenida Broadway en el Alto Manhattan. La misa de cuerpo presente se hará en la iglesia Western Presbiterian Church de la calle 105 y avenida Amsterdam. En esa iglesia, Sara hizo trabajos sociales.
“Ella siempre nos pidió que cuando muriera, quería que la veláramos en esa iglesia”, añadió Rachel.
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