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domingo, 27 de junio de 2010

Aqui, las respuestas a su pregunta, el origen de las queridas

Julio M. Rodríguez Grullón

Desde 1948 se ha estado demostrando la existencia de genes tainos en la población dominicana, mezclados con los africanos y españoles. El primero en reportarlo en el año señalado fue el doctor Jose de Jesús álvarez Perelló, aquí en Santiago. Lo que no se ha hecho es opinar, desde el punto de vista social, como se produjo esta mezcla genética.

En el segundo viaje de Colón en 1494 llegaron 1400 hombres y ninguna mujer. Obviamente la mezcla de español con las tainas comenzó bien temprano. No se registra por ningún lado matrimonio de españoles con indias. La unión era libre.

La fundación de la ciudad de Santo Domingo se atribuye al romance de un soldado español prófugo con una india, (no se habla de matrimonio).

El trasplante de la civilización española de la época a la isla, comenzó en realidad en 1502 con la llegada de Ovando. Hasta ese momento se dice existía aquí una “vida
incontrolada”.

Los historiadores señalan que Ovando obligó a españoles que ya estaban aquí y vivían amancebados con indias, a casarse con ellas.

Ahora bien, la historia es clara al referirse a la crueldad innecesaria con que Ovando trató a los indígenas y particularmente a las indias, ahorcando a la más prestigiosas de ellas, como Higuemota y Anacaona. Uno piensa que es muy contradictorio esa orden de Ovando de matrimonio de españoles con indias y su comportamiento hacia ellas después. Con Ovando también llegaron las primeras mujeres españolas a la isla.

Yo pienso que la unión libre de españoles con indias continuó después de la llegada de Ovando y que al casarse algunos de estos españoles con las damas que trajo Ovando y las que posteriormente llegaron a la isla, esas indias se convirtieron en las primeras “queridas” de nuestra sociedad.

Luego, al traerse los africanos para sustituir a los indios en el trabajo forzado, no me cabe la menor duda, que los descendientes de la mezcla de español con indias, se unieron también de forma libre, con las africanas, con la mayor naturalidad.

Con el transcurrir del tiempo, los genes tainos se fueron diluyendo en nuestra población, pero la costumbre de los señores de alguna relevancia social, de mantener “queridas” prosiguió. Esto produjo una dicotomía en nuestra población entre hijos de matrimonio e “hijos de la calle”. No que existiera gran discriminación contra los hijos de la calle.

Luperón y Lilís fueron ambos hijos de la calle. Luperón de un dominicano con una haitiana y Lilís de un haitiano con una santomeña. Ambos nacieron en Puerto Plata para la misma época y ambos escalaron las más altas posiciones sociales y políticas en el país. Pero ciertamente se le ha hecho más difícil tradicionalmente, ascender en la escala social a estos hijos nacidos fuera del matrimonio.

Por otra parte, aún hoy día, en nuestros estratos sociales bajos, la unión libre, es la forma habitual, para crear descendientes.