Juan Pablo Duarte y Diez nació un día como hoy hace 197 años en Santo Domingo. Su padre era un comerciante oriundo de Vejer en la provincia española de Cádiz, y su madre fue Manuela Diez Jiménez, oriunda del Seibo, hija de un español y una dominicana.
Desde muy joven, Duarte disfrutaba la lectura, traducía del francés y latín al español y le preocupaba la situación social y política, así como la ocupación de Haití a territorio nacional.
A sus escasos 15 años y acompañado de un comerciante amigo de la familia, Duarte salió rumbo a España, radicándose en Barcelona, donde tenía familiares. Poco se conoce de su estadía allí, pero se cree influyó en su formación.
Vida social. En el 1832 regresa a Santo Domingo y se integra a trabajar en el negocio de efectos de marina y ferretería de su padre, que era el único comercio de ese tipo en la ciudad.
Duarte desarrolla una intensa vida social en que se liga a importantes sectores de la pequeña burguesía urbana y en que funge como testigo en matrimonios y como padrino de bautizos, integrándose además a las actividades culturales.
Inicios en política. Ante los graves problemas económicos y la resistencia que se generó en torno a la dictadura de Jean Pierre Boyer, el joven Duarte se sentía entusiasmado con la cadena de movimientos independentistas que se sucedían en el continente.
Sin embargo, como todavía en territorio nacional no se conocía de iniciativas independentistas, el 16 de julio de 1838 y con tan sólo 25 años, Duarte funda la sociedad secreta La trinitaria, para promover la división de la isla.
Más tarde, el movimiento juvenil crea la sociedad llamada La Filantrópica, que presentaba obras teatrales para concienciar a los ciudadanos en temas de identidad y separación de Haití.
Primer exilio. En 1843 Charles Herard llega triunfante a Santo Domingo, liderando un grupo opuesto a Boyer. De inmediato, el líder haitiano inicia una cacería a los trinitarios, lo que obliga a Duarte a partir a Saint Thomas y a Venezuela.
Mientras, los trinitarios encabezados por Francisco Del Rosario Sánchez y por Ramón Matías Mella continuaron las gestiones del movimiento independentista. Ellos redactaron el manifiesto del 16 de enero de 1844 en que quedaron plasmados los principios republicanos y liberales que Duarte predicaba.
Finalmente, la noche del 27 de febrero de 1844 los trinitarios encabezados por Sánchez y Mella proclamaron la independencia. Duarte regresó a Santo Domingo el 14 de marzo de 1844 y se integró a la Junta Central Gubernativa.
Pero se encontró con un Pedro Santana opuesto a nuevos líderes y en septiembre de ese año, es expulsado fuera del país, estableciéndose en Venezuela.
Su muerte
Duarte falleció el 15 de julio de 1876, a los 63 años, en Caracas, Venezuela. Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884 por el gobierno de Ulises Heureaux (Lilís), quien lo había declarado “Padre de la Patria” junto a Francisco del Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella. Duarte llega a Venezuela en 1844 internándose en la selva venezolana y ciudad Angostura.
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