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sábado, 19 de diciembre de 2009
A plaude sentencia contra Miguel Martínez
La presidenta del Concejo Municipal, Christine Quinn, aplaudió ayer la sentencia a la que fue condenado el martes el ex concejal dominicano Miguel Martínez, diciendo que es adecuada, porque el otrora funcionario, cometió una completa violación a la fe pública y a la confianza de la comunidad.
NUEVA YORK._ Christine Quinn, presidenta del Consejo Municipal aplaude la sentencia contra el ex concejal dominicano Miguel Martínez (derecha).
Quinn, que es también investigada por la asignación de fondos millonarios a agencias creadas por ella y otros ediles y que el alcalde Michael Bloomberg ha beneficiado sin previa consulta de los mentores, sostenía una excelente relación política y personal con el dominicano sentenciado a 5 años en una cárcel federal (2 ½ en prisión y 2 ½ en probatoria).
Desde que estalló el escándalo con la renuncia del ex concejal el pasado 15 de julio, Quinn, se alejó de éste e intervino la oficina que operaba en la calle 174 entre las avenidas Wadsworth y Saint Nicholas en el Alto Manhattan.
Martínez, aunque arrepentido públicamente y en la corte por haber sido responsable del desfalco de $106 dólares, dinero que tendrá que devolver, además de una multa de otros $3 mil, encontró un implacable juez - Paul Austin Crooty - que aunque reconoció su trabajo comunitario, advirtió que con la decisión, quería enviar un mensaje a los políticos corruptos de la ciudad.
El ex concejal, le dijo el martes durante la vista de pre sentencia al magistrado, que sufrió el enorme dolor de tener que llamar a su padre en la República Dominicana para decirle que tuvo que renunciar por mala conducta. "Dos días después de mi renuncia, señor magistrado, lloré mucho en silencio antes de poder dormirme", también le explicó el ex edil criollo al juez federal.
Martínez escribió una carta de cuatro páginas al magistrado en la que detallaba la angustia por la que atraviesa y su arrepentimiento por el "error cometido". Aunque el juez le ordenó entregarse el 16 de febrero para que sea recluido, el político dominicano, rehusó la fecha y decidió que lo hará el 4 de enero.
El ex concejal expuso en la vista que había contratado a un amigo personal para que manejara las finanzas que controlaba como concejal, pero su exceso de confianza, lo llevó a firmar cualquier documento que aquel le presentara, sin previa revisión. Se dijo que ese "amigo" fue el primero en testificar contra el dominicano ante los fiscales federales.
Los abogados del gobierno dijeron que la única razón por la que Martínez, pretendió engañar nuevamente a la comunidad con su supuesto arrepentimiento, era porque sabía que estaba bajo investigación por el dolo. El "amigo" del ex concejal fue identificado en los documentos de la corte sólo como un "co - conspirador", término usado por los fiscales para definir a los delatores involucrados en los casos.
"Me hice de la vista gorda al firmar facturas por servicios que nunca se prestaron y no se porqué, creo que me dejé llevar por mi amigo y otros colaboradores que al final, se beneficiaron personalmente de mi", añadía Martínez en su declaración.
"No hay una explicación simple de porqué se robó el dinero de la ciudad a través de su oficina del consejo, a menos que fuera avaricia", respondieron los fiscales.
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