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viernes, 25 de diciembre de 2009

El Niño Jesús y sus regalos


La tradición de regalar juguetes a infantes es herencia del cristianismo y la devoción al niño Jesús, nacido en un establo. Anualmente padres y madres entregan juguetes la madrugada del 25 de diciembre, fomentando la algarabía que despierta el vecindario en la mañana.

Los infantes en edad escolar ven el regalo de “Niño Jesús’ como un premio a su desempeño en la escuela y comportamiento en casa. Es normal escuchar a padres y madres advertir “si no te portas bien no te dejarán los Reyes o el Niño Jesús” de acuerdo al lugar donde residan, pues la fecha del ritual -en el país- depende de la región.

En Santiago, Salcedo y otras provincias se celebra el nacimiento de Jesús tanto en la reunión familiar de Nochebuena como en el jolgorio infantil con el destape de regalos. En Santo Domingo, San Francisco de Macorís, La Vega y otros lugares, la chiquillada recibe halagos el seis de enero, día de los Santos Reyes.

Rolando Cosme, un hijo del sector La Joya recuerda que en el Santiago de la década del sesenta, a los niños pobres que no les llegaba nada vía el Niño Jesús, la esperanza descansaba en la Vieja Belén. Este personaje, recuerda Cosme, de no muy buena reputación “casi nunca llegaba con los regalos esperados”.

La diferencia de clases marca claramente la dimensión de los regalos desembolsados no por los Reyes Magos, sino por las familias que heredaron a siglos de distancia esta costumbre europea. En casa de infantes pobres, las bicicletas llegaron tarde. Cosme, otrora trabajador infantil, tuvo una bicicleta propia cuando se estrenó como cobrador. Antes había aprendido a montarla pagando dos cheles la vuelta en el parque Plaza Valerio de Santiago. Contrario ahora que se compra ropa cualquier día, en casa de Rolando, la fecha de entregar el Niño Jesús era la escogida para adquirir aquellas piezas indispensables. Y a veces, con suerte, llegaban bates y pelotas.

SITUACIÓN DEL DÍA Y LAS CREENCIAS
Hoy, el comercio abarrota temprano las despensas de juguetes. Y cada vez es mayor el sacrificio de las familias para cumplir con este ritual. Además la clase política reivindica al extinto presidente Joaquín Balaguer, padre de las funditas que motivaba las larguísimas filas de niños y niñas muy pobres para darles juguetitos. Ahora, de igual manera, los entrega el mandatario actual o políticos de turno.

Curiosa
David Marte, un niño de cuatro años, dice que los niños y las niñas que no se portan bien, el niño Jesús sólo les deja carbón.

Oro, incienso y mirra fueron las ofrendas llevadas por los Reyes Mayos al niño Jesús, nacido en Belén, de las entrañas de María. El seis de enero de cada año se festeja con agrados a infantes en el mundo cristiano.

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